Imagen del 26 de junio de 2017, de un empleado retirando las mallas y los pétalos dañados de las rosas blancas para ser empaquetadas, luego de la cosecha en un sembradío de rosas propiedad de Zulieta Morales y Jeovanny Arellano ubicado en el pueblo de Bailadores, estado Mérida, Venezuela. La ingeniera agrónoma Zulieta Morales, junto a su esposo Jeovanny Arellano, mantienen un negocio familiar de cultivo de rosas en parcelas de su propiedad en el pueblo de Bailadores, donde la primera siembra ocurrió el 14 de enero de 2015, y el 16 de septiembre de ese mismo año, cosecharon sus primeras rosas. A pesar de la escasez y alto costo de los productos primarios, como venenos, semillas y fertilizantes, entre otros, tras 3 años de siembra, las parcelas aún se encuentran activas, y las rosas son entregadas a diferentes empresas, una de las cuales se encuentra en la capital venezolana, Caracas. "Aun así nos cueste conseguir los materiales para realizar nuestros distintos cultivos en especial en nuestra parcela de rosas, tengo fe en que podremos tenerla activa por unos 20 años", declaró Morales.
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