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spanish.china.org.cn | 05. 09. 2017 | Editor: Eva Yu | [A A A] |
Por Jorge Fernández
La convocatoria china, que llama a economías emergentes y a países en vías de desarrollo a unir esfuerzos, parte de un espíritu diplomático orientado al desarrollo conjunto, un principio desafortunadamente descuidado por las economías desarrolladas. La convicción de China de este ideal quedó explícito el pasado domingo domingo en el discurso pronunciado por el presidente de China, Xi Jinping, con el que dio la bienvenida a los asistentes al Foro Empresarial de los BRICS en la meridional ciudad china de Xiamen.
El desarrollo conjunto requiere obligatoriamente de una mayor inclusión de todos aquellos que tienen como aspiración común la modernización y el bienestar generalizado. El Sur está unido en una batalla contra el proteccionismo, bajo el entendido generalizado que solo una mayor apertura comercial e integración permiten sortear los vicios del subdesarrollo. “Solo la apertura trae progresos y solo la inclusividad sostiene tales progresos”, aseveró el presidente de China en su discurso, marcando el tono de las sesiones de esta edición de la Cumbre de los BRICS.
Una consecuencia lógica de esta primera década dorada de los BRICS es la integración de más economías en vías de desarrollo. Xiamen hospeda entre sus invitados a jefes de estado de América Latina, África, el Sudeste Asiático y Asia Central. El diálogo entre un grupo más amplio de economías en vías de desarrollo es el carácter distintivo del cónclave de este año y el inicio de una segunda década dorada de los países BRICS. El mecanismo BRICS+ en la edición de este año revela que más países en vías de desarrollo pasarán a las filas de una organización inclusiva que busca elevar la voz de los países del Sur a dimensiones inéditas en la historia humana.
La participación de las economías en desarrollo está irrumpiendo en la lógica que ha prevalecido en la arquitectura financiera internacional. Desde la II Guerra Mundial, las instituciones de Bretton Woods, dominadas por Estados Unidos y Europa, han hecho frente a las coyunturas históricas del planeta. No obstante, a partir de la crisis financiera internacional, quedó claro que dejar a los economías en desarrollo al margen de las decisiones ha sido un craso error. El grupo de países BRICS, revirtiendo las vacilaciones de las economías desarrolladas, se reinventa ininterrumpidamente, haciendo frente a los vaivenes económicos y políticos, y amplía no solo su nomenclatura sino sus campos originales de acción.
Llama notoriamente la participación en esta cumbre del presidente Enrique Peña Nieto en el Diálogo de Economías Emergentes, concretamente en un periodo en el que su país, obligado por la obstinación de Estados Unidos, está renegociando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. En este contexto proteccionista y aislacionista impulsado paradójicamente por las economías desarrolladas, el mandatario mexicano llega al otro lado del mundo a participar activamente en un cónclave que congrega a los países del Sur para sumar esfuerzos en contra de tendencias proteccionistas y aislacionistas que lastiman el desarrollo de las economías en vías de desarrollo.
El presidente de China, Xi Jinping, invita a más países, sobre la base de los logros alcanzados durante la primera década, a colocar nuevos cimientos que permitan apoyar los pasos rumbo a una nueva década de mayor prosperidad. El camino no ha sido fácil y el futuro que le espera a la humanidad es incierto, aunque no por ello el destino debe forjarse sin entereza o entusiasmo. “No debemos ignorar los problemas surgidos con la globalización económica o simplemente quejarnos de ellos. En cambio, debemos hacer esfuerzos conjuntos para encontrar las soluciones”, afirmó Xi Jinping en un discurso estimulante y motivador.
Así, el grupo de países BRICS incorpora a más miembros y asume nuevas responsabilidades. Más allá de ser un grupo elitista, asume como responsabilidad la profundización de la cooperación entre países que comparten los mismos retos y aspiraciones. Y tomando como base original el desarrollo conjunto entre países del Sur, trabaja para enriquecer sus funciones con una agenda ampliada que abarca temas trascendentales como el de la salvaguarda de la paz internacional. El grupo de países BRICS, entendiendo el importante papel que desempeña el mundo en desarrollo en la economía global, enfatiza en la importancia de los intercambios políticos y culturales para superar, además de barreras lingüísticas e ideológicas, problemas comunes como la erradicación de la pobreza o la protección del medio ambiente.
La IX Cumbre de los países BRICS marca un hito en el desarrollo de esta organización, y el presidente de China, Xi Jinping, con sus discursos, marca el tono de los trabajos que harán posible el inicio de una nueva época dorada para los países BRICS.