Portada>Noticias
spanish.china.org.cn | 21. 08. 2017 | Editor: Lety Du [A A A]

El pediatra que sana niños en el desierto

Palabras clave: médico chino, África

El pediatra que sana niños en el desierto

Wang Zhibing revisa a una niña en un hospital en Kiffa, Mauritania.

Wang Zhibing regresó el 4 de agosto a su pueblo natal en Harbin, en la provincia china de Heilongjiang, después de pasar un año como médico en Mauritania, un país en el noroeste de África

"Cuando salí del avión, el aire fresco se sintió tan relajante pese al calor del verano”, indicó Wang, quien en África soportó temperaturas de hasta 50 grados centígrados.

El jefe adjunto del departamento de cirugía general del Hospital del Niño de Harbin recibió a más de 1400 pacientes y realizó cientos de operaciones en el centro médico de Kiffa, en el sur de Mauritania.

Heilongjiang lanzó el programa de asistencia en 1968 y hasta el momento más de 800 profesionales chinos han llegado hasta esta remota nación en 32 grupos separados.

"La provincia hace mucho tiempo que manda personal de salud a Mauritania, pero yo fui el primer pediatra invitado. Cuando me enteré que el equipo número 32 partía en julio del año pasado, consideré la misión como una experiencia única”, señaló Wang.

"Mi esposa se preocupó mucho por mi seguridad, pero no se opuso a la idea. Le pedí que no temiera por mí porque era parte de un grupo y que recibiría apoyo de nuestro hospital y de nuestro país”.

Sin embargo, Wang, de 45 años, indicó que se sintió culpable de dejar las responsabilidades del hogar a su cónyuge. "Afortunadamente, mi familia me respaldó y está orgullosa de que haya podido completar mi misión con éxito”, aseguró.

Antes de partir, Wang se informó sobre el país, especialmente sobre la ciudad donde ejercería.

"Me preparé para los desafíos, desde las condiciones extremas del tiempo hasta las epidemias. No obstante, cuando llegamos a Kiffa, nos vimos rodeados de una serie de dificultades más allá de nuestra imaginación”, recordó.

"Había mosquitos y otros insectos que no tenemos en China”.

Kiffa cuenta con un clima desértico tropical, muy caliente y seco. La adaptación a una temperatura tan distinta a la de Harbin probó ser toda una odisea. "De pronto se daban tormentas de arena, sin ningún tipo de aviso”, apuntó.

La dureza del entorno también impedía comprar frutas frescas y verduras.

"Solo podías adquirir cebollas, papas y col en los mercados locales”, subrayó Wang. "Cada mes teníamos la oportunidad de comprar algo más, como pimientos, tomates y cebollín chino, en la capital Nouakchott, a más o menos 700 kilómetros”.

Sin embargo, después de varias horas de manejo bajo el inclemente sol, las verduras se marchitaban y debían comerse en una semana.

La bienvenida a los médicos chinos por parte de los residentes locales fue cálida.

"Para ellos, los doctores chinos pueden salvar vidas en cualquier circunstancia”, afirmó Wang y agregó que casi todos en la localidad pueden decir: “Hola, médico chino”, en idioma chino.

Debido al calor y a la gran cantidad de moscas, muchos pacientes presentan diarrea, especialmente en los meses de abril a octubre.

"Recuerdo durante un turno de noche, atendí a 6 niños con diarrea y uno de ellos en estado crítico debido a una grave deshidratación”, narró Wang.

 

   Google+