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spanish.china.org.cn | 03. 08. 2017 | Editor: Lety Du | [A A A] |
El doctor Liu Jinghui ha analizado lo que aprenden los alumnos estadounidenses sobre China
Por ZHANG HUI
Arabella Kushner, la nieta de cuatro años del presidente de EE. UU., Donald Trump, se volvió famosa en China después de que se popularizara en las redes sociales un video suyo en el que, vistiendo un traje tradicional chino, recitó un poema en mandarín. Acompañada de su madre, Ivanka Trump, Arabella también asistió el 1 de febrero a las celebraciones de la Fiesta de la Primavera en la Embajada de China en Washington.
Arabella, sin embargo, no es la única celebridad infantil estadounidense que está aprendiendo chino. A medida que se fortalece la posición del país asiático en la escena global, el mundo se apresura a aprender chino. Según la revista World Journal of Education, hasta 1988 no había lecciones de chino en las escuelas primarias o secundarias estadounidenses. No obstante, para 2000 ya había alrededor de 300 escuelas con cursos de chino y para 2010 la cifra había aumentado notablemente a 4000.
En el Reino Unido, el mercado de niñeras de habla china es más competitivo, dado que un creciente número de padres británicos quiere que sus hijos aprendan chino desde una edad temprana, afirma Nina Vickery, una consultora británica que trabaja en China. Las razones detrás de este cambio son claras. Muchas personas, al tanto del enorme potencial de desarrollo de China, se han dado cuenta de que dominar el mandarín abrirá más oportunidades para ellos o sus hijos. El reconocido inversor estadounidense Jim Rogers asegura que sus hijos están aprendiendo chino porque “China será el país más importante del siglo XXI” y “el chino pronto se convertirá en un idioma internacional clave”.
El mejor momento para aprender idiomas es durante la adolescencia. Lo que se aprenda a esa edad afectará profundamente la perspectiva cultural e ideológica del individuo para el resto de su vida. EE. UU. es actualmente la mayor potencia económica del mundo y su cultura se exporta a todas partes. Cabe entonces preguntarse qué aprenden los adolescentes estadounidenses sobre China y cómo debe China adaptarse a la creciente demanda de aprendizaje del idioma chino.
Para arrojar luz sobre el tema, China Hoy entrevistó a Liu Jinghui, coordinador del Programa Chino de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Estatal de California y profesor especializado en Educación Internacional, Empresariado Internacional y Lingüística Aplicada. El doctor Liu, además, imparte lecciones de chino en la Universidad Estatal de California y es investigador del Centro Nacional de Recursos para Lenguas Asiáticas (CNRLA).
El doctor Liu Jinghui.
La perspectiva de los libros de texto
En los últimos años, Liu Jinghui realizó una encuesta sobre la presentación de China en los libros de texto de las instituciones educativas estadounidenses. En las escuelas californianas, el equipo de trabajo descubrió que los libros de texto de escuela primaria incluyen la historia china a partir de la dinastía Shang (siglo XVII a.e.c - siglo XI a.e.c), excluyendo la dinastía Xia (siglo XXI a.e.c - siglo XVII a.e.c), lo que contradice la propia imagen tradicional de China como una civilización de 5000 años de antigüedad. El doctor Liu explica que, según los historiadores estadounidenses, no hay suficientes registros escritos de la dinastía Xia para que sea incluida en los libros de historia.
Según el doctor Liu, los libros de texto de escuela media estadounidense adoptan un enfoque comparativo de la historia y la cultura china, a menudo comparando las culturas han y otras, colocando un peso particular en la influencia de las culturas distintas a la han en el confucianismo, para explicar ciertos cambios de régimen. Los libros de texto también comparan a China con otros países asiáticos, como Japón, citando la influencia de China en el idioma, la cultura, la religión y la filosofía japoneses. El doctor Liu se sorprendió particularmente al ver que los “cuatro grandes inventos” de la antigua China habían sido agrupados junto con el té, y denominados como los “cinco descubrimientos”. Los libros de texto confunden claramente los términos “invención” y “descubrimiento”.
La mayoría de libros de texto de escuela secundaria en EE. UU. se centran en la historia china moderna. Liu Jinghui encontró que EE. UU., a diferencia de muchos otros países occidentales, no se rehúsa a discutir las actitudes coloniales dentro de sus libros de texto escolares, y sostiene que el colonialismo surge de la Revolución Industrial, que ayudó a formar un nuevo orden mundial.
El 12º grado es el último año de la escuela secundaria estadounidense. Según el programa de estudios de historia, los alumnos deben demostrar capacidad para analizar los orígenes, el desarrollo y las características de los diferentes sistemas políticos, haciendo hincapié en la necesidad de la democracia, sus ventajas y cualquier obstáculo para su implementación. Sin embargo, en el curso de su investigación, el doctor Liu se dio cuenta de que los profesores no siguieron el plan de estudios y a menudo evitaron discutir el sistema chino, con miras a enfocarse en la economía y política de EE. UU. El doctor Liu señaló que después de que los estudiantes estadounidenses toman el Examen de Evaluación Escolar (SAT) en el 11° grado no están bajo tanta presión para apegarse demasiado al programa de estudios.