Zhang Zi narra al dirigente local el ataque a un avión de combate enemigo en Jiaxing, provincia de Zhejiang en 1956.

“Mi padre perteneció a la Fuerza Aérea y tiene en su haber varias medallas al mérito por su servicio”. Al hablar de su padre, Zhang Weihong no puede ocultar su orgullo. “Mi padre ha ejercido una gran influencia en mí. Pese a no haber seguido sus pasos en la carrera militar, soy metódico y dedicado al máximo a mi profesión, así también soy sencillo y exigente conmigo mismo en el aspecto personal, todas ellas cualidades del “Espíritu Militar” heredado de mi padre.”

Zhang Weihong, de 55 años, trabaja como ingeniero en el Grupo de la Industria Ligera en Nanjing. Su progenitor, Zhang Zi, nació en el seno de una familia campesina en el distrito de Luannan, provincia de Hebei, y a instancias de sus padres, participó en la revolución en 1946 con solo 18 años. Después de la fundación de la República Popular China, Zhang Zi ingresó en la Sexta Escuela de Aviación de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación, siendo parte de la primera generación de pilotos de la nueva China.

Zhang Weihong recordó: “El que fuera Comandante de la fuerza aérea, Lin Hu, se refirió a mi padre como una persona calmada y poco sociable, pero en el campo de batalla era valiente, audaz, hábil y un piloto con mucha experiencia teórica y práctica. No cabe duda que el ser metódico y dedicado plenamente a su labor describe con exactitud la manera de ser de mi padre en la acción. En aquel entonces, el espíritu militar consistía en la determinación y en la perseverancia por defender a la patria y a la familia. Esto me ha servido de ejemplo en mis estudios y en el ejercicio de mi carrera a lo largo de los años”.

El tiempo para la familia era escaso, pero aun cuando Zhang Zi no pasó mucho tiempo al lado de su hijo durante su infancia y adolescencia, sus pocas pero acertadas enseñanzas calaron hondo en su mente. “Mi padre nunca hablaba de sus propios méritos ni de su trabajo. Fue severo conmigo y siempre me decía que debía tomar en serio mis estudios y mi oficio, que debía ser una persona recta y honesta, y entender que la paz conseguida a través de la lucha constante es muy preciosa y debe ser apreciada a toda costa”. Para Zhang Weihong, la enseñanza por medio del ejemplo de su padre vale más que palabras. “Durante 40 años de servicio militar, mi padre siempre conservó la diligencia y humildad del hombre de campo. Fue muy estricto consigo mismo y con los familiares suyos. Siempre usó los mismos zapatos de tela y en invierno el mismo abrigo que utilizaba en el ejército. Sus exigencias me ayudaron a cultivar buenos hábitos”.

Después de jubilarse, Zhang Zi no dejaba de leer libros y periódicos, así como de llevar notas a diario para estar al tanto de la situación del país y del mundo. Estudiaba las políticas públicas y los planteamientos teóricos del Partido Comunista. “Tras retirarse, el interés por el desarrollo del ejército lo acompañó toda su vida. Se alegró muchísimo al enterarse de que la fuerza aérea contaba con aeronaves de última generación luego de tres rondas de modernización, y señaló que fue muy afortunado por haber sido testigo del avance de la institución así como del desarrollo y la prosperidad de nuestro país”, indicó Zhang Weihong con cierta melancolía. “Mi padre falleció hace dos años. Si estuviera con nosotros ahora para celebrar el 90° aniversario de la fundación del Ejército Popular de Liberación, su orgullo no tendría límite”.