En años recientes, se ha ralentizado el ritmo de desarrollo económico global y ha disminuido constantemente la inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe. Bajo este contexto, la optimización y la actualización de la inversión de China en América Latina y el Caribe han reducido el impacto de la disminución de la inversión extranjera, lo que desempeña un papel positivo para impulsar el desarrollo económico y mejorar el nivel de vida de América Latina.

Según el informe La Inversión Extranjera Directa de China en América Latina y el Caribe (2000-2016), publicado por el Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de México, en el periodo 2010 y 2016, la inversión extranjera directa de China en América Latina y el Caribe mantuvo su crecimiento ininterrumpidamente y en el año 2016, la inversión de China en esta región llegó a 10.348 millones de dólares, con un aumento del 29,4% en relación a 2015. De acuerdo con las cifras, de 2001 al 2016, las empresas chinas llevaron a cabo 303 inversiones directas con un monto acumulado de más de 113.662 millones de dólares, lo que ha generado 254 mil empleos en la región.

Enrique Dussel Peters, uno de los autores de este informe y responsable de CIALC, informó en entrevista que desde los años 90 del siglo pasado, han empezado a aumentar establemente los intercambios y la cooperación económica entre China y América Latina. Actualmente, a medida de que China se convierte en el segundo socio comercial de América Latina, los intercambios bilaterales se han ampliado a áreas como la cooperación financiera y la inversión directa, entre las cuales, la inversión y la construcción de infraestructuras son las más vigorosas en la cooperación bilateral.

Del proyecto minero de cobre Las Bambas de Perú a la planta hidroeléctrica Coca Codo Sinclair de Ecuador, del proyecto Nueva Solución Vial Guayasamín de Quito a la central hidroeléctrica de Belo Monte de Brasil, de la fábrica de panel solar de BYD a la planta hidroeléctrica de Santa Cruz de Argentina, las áreas de inversión de las empresas chinas en América Latina se han ampliado desde las tradicionales, a saber la energía y la minería, a los terrenos de la infraestructura, la manufactura, la agricultura y los servicios, que son más amplios.

En opinión de Enrique Dussel Peters, la ventaja de las inversiones chinas en América Latina no se limita a su fuerte capacidad financiera y a la tecnología avanzada, sino también a su voluntad de ayudar a mejorar el nivel de vida de América Latina. En la actualidad, hay más de 100 proyectos de inversión en infraestructura de China en América Latina, y las empresas chinas cuentan con recursos y tecnologías que no son inferiores a las de los países desarrollados. “O mejor dicho, lo que ha traído el gobierno chino y las firmas chinas a América Latina no solo son proyectos, inversiones y tecnologías, sino también un gran cambio a la sociedad y a sus pueblos. Esperamos que China siga transformando la región mediante continuas innovaciones y actualizaciones”.