El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, afirmó el jueves que permanecerá en su puesto a pesar de los ataques públicos que el presidente Donald Trump ha hecho contra él por apartarse de la investigación sobre la supuesta injerencia rusa en la campaña electoral del año pasado.

"Tengo intención de continuar mientras sea lo apropiado", dijo en una rueda de prensa en el Departamento de Justicia, en la que añadió que está "totalmente convencido" de poder continuar dirigiendo la oficina "de forma efectiva".

Sessions respondía así a las preguntas sobre las críticas vertidas por Trump el miércoles, en una entrevista con el diario New York Times, contra importantes funcionarios de su Administración.

El mandatario dijo, en concreto, que no habría nombrado a Sessions como máximo responsable del Departamento de Justicia si hubiera sabido que se inhibiría en la investigación sobre Rusia.

También criticó al vicefiscal general, Rod Rosensetein, y al director en funciones del FBI, Andrew McCabe.

La portavoz de la Casa Blaca, Sarah Sanders, insistió más tarde en que las críticas de Trump no indicaban que hubiese perdido la confianza en el fiscal general.

El presidente, subrayó Sanders, confía "claramente" en Sessions ya de que, de lo contrario, "no sería fiscal general".

Sessions se apartó el pasado marzo de la investigación sobre la presunta inmiscusión de Rusia en la carrera presidencial estadounidense denunciada por los servicios de inteligencia estadounidense, que aseguraron que había habido conexiones entre el Gobierno ruso y el equipo de campaña de Trump.

Un consejero especial federal y varios comités del congreso están investigando las acusaciones.