La Unión Europea (UE) y Reino Unido no superaron sus diferencias en relación con puntos claves del Brexit, incluyendo acuerdos financieros y la jurisdicción de los ciudadanos en el exterior, al concluir la segunda ronda de negociaciones hoy en Bruselas.

Las negociaciones se llevaron a cabo con 27 Estados miembros de la UE fortalecidos en su unidad ante el Brexit y un gabinete británico más dividido encabezado por la primera ministra Theresa May, quien es criticada tanto en su partido Conservador como en la sociedad británica.

En una conferencia de prensa ofrecida después de las negociaciones, David Davis, secretario británico para el Brexit, y su homólogo de la UE, Michel Barnier, eligieron cuidadosamente sus palabras para expresar sus diferencias.

Pero en relación con el ámbito financiero, el mensaje de Barnier fue firme: "Queremos, y para eso estamos trabajando, una salida ordenada de Reino Unido ... y una salida ordenada exige el pago de las cuentas". Barnier exhortó a Londres a aclarar la naturaleza de sus compromisos en el tema.

Por otra parte, Davis se concentró en las obligaciones compartidas por las dos partes.

Luego de describir las conversaciones como "robustas" pero "constructivas", Davis dijo que las partes reconocieron la importancia de definir las obligaciones que Reino Unido y la Unión Europea tienen hacia la otra parte.

"Al final, llegar a una solución requerirá flexibilidad de las dos partes", dijo el secretario.

Sobre el tema de los derechos de los ciudadanos, Barnier dijo que "ahora estamos avanzando hacia un rumbo común, pero sigue habiendo divergencias fundamentales sobre la manera de garantizar estos derechos y sobre algunos puntos más, como los derechos de los futuros miembros de la familia o la exportación de ciertos beneficios sociales".

"Los ciudadanos deben poder encontrar en el acuerdo de retirada la certidumbre legal que necesitan en su vida cotidiana", dijo Barnier.

"Y por supuesto, cualquier referencia a los derechos europeos implica su control por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea".

Davis dijo que "llegamos a un acuerdo sobre la necesidad de certidumbre para los ciudadanos tanto de la UE como de Reino Unido. Obviamente tenemos puntos de vista diferentes sobre la manera de lograrla".

La muy esperada segunda ronda de conversaciones sobre el Brexit comenzaron el lunes en la sede de la Comisión de la UE.

Hubo tres grupos negociadores que cubrieron los derechos de los ciudadanos, los aspectos financieros y otros temas de la separación. Los temas relacionados con Irlanda del Norte y la gobernanza de la retirada correspondió a los coordinadores.