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spanish.china.org.cn | 01. 07. 2017 | Editor:Elena Yang [A A A]

La vigorización ininterrumpida del principio de un país, dos sistemas

Palabras clave: Hong Kong

Por Jorge Fernández

 

La formulación del principio “un país, dos sistemas”, que desarrolló el otrora líder Deng Xiaoping a principios de la década de los 80, aportó al pueblo chino una poderosa herramienta de paz y estabilidad para materializar el hasta ahora inconcluso proceso de unificación nacional.

No obstante, esta herramienta, empleada inteligentemente por la parte continental para encarar las complejas relaciones con la excolonia británica, requiere naturalmente de un reforzamiento ininterrumpido de sus elementos constitutivos, a fin de mejorar la comprensión en un momento histórico distinto al de hace dos décadas.

En estos 20 años tras la retrocesión de Hong Kong, el dinamismo de los intercambios ha estado lleno de proezas que estimulan el patriotismo de los chinos por un país unificado, y al mismo tiempo, ha estado marcado por algunos eventos sociales y políticos inadecuados en el seno de la Región Administrativa Especial (RAE), que revelan el carácter complejo y multifacético de las relaciones.

Es por ello que a este importante principio, que fue ideado para vincular pacíficamente a un mismo pueblo que habita en dos sistemas políticos distintos, se le necesita inyectar un estímulo innovador que multiplique el potencial de sus elementos, para gestionar desde un enfoque multidimensional los retos y los nuevos escenarios que naturalmente surgirán en los próximos 30 años.

En otoño del año pasado, el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional logró exitosamente suprimir a separatistas en Hong Kong por medio de la interpretación final del Artículo 104 de la Ley Básica. Una decisión que se ejecutó eficientemente en defensa de la paz y la estabilidad de un pueblo en su conjunto.

El principio de un país, dos sistemas resultó fortalecido con la expedita acción de la parte continental, aunque evidenció que las relaciones con la excolonia no son estáticos, sino que por el contrario, avanzan con un dinamismo que trae nuevos retos a los que hay que estar preparados.

Hay que hacer énfasis en que el surgimiento de acontecimientos incongruentes no ha opacado la vigorosidad de las relaciones. Las ventajas que el principio de un país, dos sistemas ofrece al desarrollo de la parte continental y de Hong Kong son únicas e insuperables.

La RAE ha disfrutado de 20 años ininterrumpidos de los frutos del desarrollo económico continental. Recientemente, el gobierno central rubricó su compromiso en el XIII Plan Quinquenal de apoyar y mantener el estatus financiero de este puerto internacional entre los primeros lugares del mundo.

Este principio permite que dos colosos como Shanghai y Hong Kong coexistan bajo las ventajas de dos sistemas diferentes, fortaleciendo constantemente su papel de núcleos generadores de beneficio colectivo. Este principio, uno de los más grandiosos logros políticos sobre el planeta, ha construido un escenario inédito que encierra un potencial de desarrollo que incluso ahora rebasa nuestra imaginación.

La visita del presidente de China, Xi Jinping en el marco del XX aniversario del retorno de Hong Kong, encierra el interés del pueblo chino para vigorizar este principio. Los actos en los que participará el presidente dicen al mundo que el despliegue de este principio, que ya ha cumplido 20 años, no fue diseñado para un grupo en concreto, sino para el beneficio constante de toda la nación china. Xi Jinping está en Hong Kong para defender, fortalecer y potenciar las cualidades inherentes del principio de un país, dos sistemas.

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