Los proyectos de energía eléctrica de China han logrado un amplio reconocimiento en el mercado latinoamericano. La empresa PowerChina firmó el mes pasado un acuerdo para la implementación de un parque fotovoltaico en Caucharí, Argentina, un hecho que no solo representa un gran resultado del Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, sino también el compromiso de las empresas de ambos países por promover el avance de dicha iniciativa.

Desde que la empresa llegó al mercado argentino en 2011 hasta el convenio de Caucharí, el parque de energía solar más grande del país sudamericano, en 2017, PowerChina se dedicó al estudio y desarrollo de este mercado. Antes de este gran paso, ya se había embarcado en la construcción de la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair en Ecuador, con la cual empezó su expansión en la región.

De acuerdo con el texto oficial rubricado en octubre de 2009, PowerChina debía concluir el proyecto en un periodo limitado, además debía cumplir otros requisitos planteados por la parte ecuatoriana, tales como participación laboral, subcontratación de servicios, importación tecnológica, etc. En noviembre de 2016, la compañía finalizó la obra dentro del plazo estipulado.

Antes Ecuador dependía mucho de la energía termoeléctrica y la importación de energía eléctrica, esta gran obra cambió y mejoró su esquema nacional de recursos.

“La velocidad china” mereció el elogio ecuatoriano. La infraestructura resistió el embate de un terremoto de 7,8 grados en abril, justo durante el periodo de prueba. Tras el desastre natural, la central suministró temporalmente energía eléctrica.

Según el gerente general de la filial ecuatoriana de PowerChina, Liu Aisheng, cuando ocurrió el sismo, la instalación se encontraba en medio de su etapa de prueba. Considerando el contexto especial, se decidió correr el riesgo y poner en funcionamiento todos los generadores eléctricos, aunque no era necesario.

De 2009 a la actualidad, a medida que se iban desarrollando centrales eléctricas a diferentes escalas en la región, Sinohydro Bureau 14 Co,. Ltd estableció oficinas en el edificio de PowerChina, situado en Quito, la capital ecuatoriana. Según su vicepresidente, Zi Jiquan, hoy en día, varios empleados locales contratados para la obra han ingresado en la planilla de la empresa.

Zi sostuvo que un factor que facilita el trabajo es el idioma. En América Latina, fuera de Brasil donde se utiliza el portugués, en el resto de los países de la región se habla en su mayoría el castellano. Cuando los trabajadores locales viajan a otras naciones, no hay ningún problema en cuanto a la comunicación. El ejecutivo resaltó que Ecuador es el punto de partida para ampliar su presencia en el mercado latinoamericano.