Chequeos en el avión C919 en Shanghai antes de su vuelo de prueba.

El C919 es el primer avión de pasajeros desarrollado por China que presume de un estándar parecido a los Boeing y Airbus. El modelo será más eficiente en cuestión de producción y ahorrará costos, pero sus fabricantes mantendrán para sí el control de las principales tecnologías.

La nave cuenta con varios avances técnicos significativos. Antes de iniciar su manufactura se pasó por una intensa etapa de investigación y desarrollo, asimismo se utilizó una gran cantidad de materiales compuestos como el 85 % de su sección trasera, según la empresa constructora Commercial Aircraft Corp of China Ltd.

En China, el uso de dichos elementos todavía se encuentra en una etapa temprana y su aplicación requiere una fabricación en molde, control de temperatura y otras técnicas afines.

Harbin Hafei Industry Co Ltd, un productor aeronáutico de Harbin, en la provincia de Heilongjiang, es el encargado de la manufactura de algunas partes que utilizan principalmente estos compuestos, entre ellas la puerta para el tren de aterrizaje delantero y para el principal, así como para la cola vertical.

El segundo ingeniero del proyecto en Hafei, Li Wei, indicó: "Hemos unido fuerzas con Boeing, Airbus y Embraer antes. El diseño, el sistema de calidad y la capacidad de gestión del proveedor, COMAC, están en línea con los estándares internacionales al compararlos con aquellos de los fabricantes consolidados en el sector”.

De los más de 100 000 componentes del C919, 240 provienen de compañías chinas. Un total de 460 000 personas participaron en las tareas de investigación y desarrollo con 37 instituciones de educación superior involucradas en el proyecto, precisó COMAC.

Una vez que se inicien la fabricación masiva y la entrega de pedidos, se espera que el modelo impulse un rápido crecimiento de todas las empresas de la cadena de producción y otros sectores afines como el metalúrgico, el mecánico, deinformación electrónica y químico.

El miembro del comité de consejeros del programa de aviones de pasajeros de gran escala del Consejo de Estado, Wu Xingshi, manifestó que el C919 ha solicitado certificados de aeronavegabilidad al regulador del rubro, la Administración de Aviación Civil de China, así como a la Agencia Europea de Seguridad Aérea. El país busca acelerar el proceso de aprobación de la nave.

"Para el ARJ21, el primer avión comercial regional de China, nos tomó de 6 a 7 años concluir las pruebas de vuelo antes de recibir el certificado. Fue el periodo más largo en la historia de la aviación comercial”, resaltó.

"El ARJ21 nos sirve de referencia. Las pruebas del C919 deberían ser más rápidas y sin contratiempos hasta que confirme que puede satisfacer los requerimientos operativos necesarios para su uso comercial”.

El analista del ramo y columnista en Carnos.com, uno de los portales chinos líderes en el sector, Lin Zhijie, apuntó que China hace las veces de iniciador y anfitrión del proyecto C919.

Agregó que el país es responsable del diseño original, el ensamblaje y la gestión del suministro y que esas tareas son vistas como parte vital de la producción de grandes aviones comerciales.

"La capacidad de fabricar naves comerciales de gran tamaño es un indicador clave para evaluar la fortaleza del país en lo que se refiere a fabricación industrial y tecnología”, precisó.

"No necesitamos catalogar al C919 como 100 % hecho en China. Nuestro objetivo es integrar los recursos más favorables y lo último en tecnología, y fabricar un modelo que sea competitivo en el mercado internacional”.

Pese a las buenas perspectivas, Lin añadió que la entrada del C919 al mercado no se dará de un momento a otro. Se espera que opere entre el 2020 y el 2022, y que finalmente llegue a quebrar la supremacía de Boeing y Airbus en el rubro.

Boeing Co adelantó sus estimaciones sobre China. Apuntó que en las próximas dos décadas, la nación podría convertirse en el primer mercado aeronáutico en exceder el billón de dólares. Durante dicho periodo, las aerolíneas chinas comprarían 6 810 naves valorizadas en 1,025 billones de dólares.