Por diferentes razones, pero vinculadas aún así a la crisis sin precedentes que vive Venezuela, General Motors, United Airlines y Pirelli han decidido suspender sus operaciones en el país sudamericano.

General Motors lo anunció el viernes luego de que en abril el Tribunal Supremo de Justicia dictara el embargo de sus bienes, como respuesta a una demanda interpuesta por una de sus promotores hace 17 años en el estado de Zulia (noroeste del país), quien según la empresa estadounidense, fue separado por un mal desempeño.

La compañía ha despedido a más de 2 678 trabajadores en 79 sucursales a nivel nacional y ha roto relaciones con sus proveedores, los cuales representan más de 55% del sector de autopartes. “A pesar de las numerosas peticiones de General Motors para reunirse con las autoridades venezolanas, discutir la situación y encontrar una solución, la empresa no recibió ninguna respuesta afirmativa”, indicó la firma en una nota.

Cuando el fallecido Hugo Chávez anunció en 2006 el cambio al socialismo del proceso bolivariano, General Motors producía 68.147 autos y era líder entre las ensambladoras del país. No obstante, en diciembre de 2016, no fabricó nada. Hace diez años Venezuela armaba 171.715 automóviles. En 2016, la cifra se redujo a 2 849.

Por su parte, la aerolínea estadounidense señaló el sábado que a partir del 1 de julio volaría por última vez entre Houston y Caracas, uniéndose a la lista de compañías aéreas que ya no funcionan en territorio venezolano como Alitalia, Lufthansa, Latam, Aeroméxico, Air Canada y Gol.

“En todo mercado que servimos, nosotros revisamos continuamente la demanda de servicio. Debido a que el servicio Houston-Caracas no está cubriendo nuestras expectativas financieras, hemos decidido suspenderlo”, sostuvo su portavoz, Charles Hobart, en un correo electrónico.

En tanto la italiana Pirelli hizo lo propio el mismo día y argumentó falta de materia prima. El comunicado, en cambio, pronosticaba que la contingencia “tendrá un desenlace positivo para satisfacción de trabajadores y consumidores Nuestro objetivo es seguir apostando por el desarrollo de Venezuela”.

El 26 de enero, la empresa europea ya había alertado sobre los problemas que tenían para fabricar debido a la escasez de materiales. Seis meses después, como otras tantas, se aferra a la llegada de mejores vientos.