Las autoridades de Beijing hicieron un llamado por el despliegue de todos los esfuerzos necesarios para despejar las calles de la especie de polen de los árboles que, al parecer, causaron un gran incendio que destruyó 90 vehículos durante el feriado por el Día del Trabajo.

La oficina municipal emitió un comunicado de emergencia para el control de esta especie de pelusa, un fenómeno que se repite cada año para molestia de los residentes de la ciudad capital.

En ese sentido, prohibió la quema del polen que botan millones de álamos y sauces, y en su lugar rociarles agua en zonas sensibles como escuelas, estaciones de gas, parques y reliquias.

Su incineración directa no es recomendable dada la alta probabilidad de avivar las llamas debido al clima seco y a su gran cantidad.

Asimismo, el Gobierno local se comprometió a mejorar la gestión en el uso de fuego o electricidad en áreas externas como la quema de pasto en tierras baldías o el fumar cerca de los bosques.

Todos los distritos de la ciudad deben estar preparados para cualquier tipo de emergencia y trata de limitar los efectos de las llamas.