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spanish.china.org.cn | 26. 04. 2017 | Editor: Elena Yang [A A A]

ESPECIAL: Aviones inutilizados ocupan aeropuertos brasileños

Palabras clave: Brasil, Aviones inutilizados

Si hay una escena que llama la atención de quien aterriza o despega en los principales aeropuertos de Brasil, esta es sin duda las carcasas de aviones de aerolíneas quebradas, que comparten el espacio con las aeronaves en movimiento y se deterioran con el tiempo.

Parte de ellas aún no ha sido subastada, pero algunas fueron vendidas hace años y esperan la retirada por los nuevos propietarios, que justifican la demora por el alto costo del transporte y por cambios en los planes de negocio.

Al menos tres aeropuertos - Juscelino Kubitschek (Brasilia), GaleAo (Río de Janeiro) y Guarulhos (Sao Paulo) tienen este problema. Dos aviones en Brasilia, cuatro en Galeao y dos en Guarulhos podrían haber sido retirados pero siguen ocupando espacio en los patios y hangares, según divulgó la prensa brasileña.

En la capital federal, dos Boeing 767 de Transbrasil (una aerolínea brasileña que quebró en 2002), subastados en septiembre de 2013, esperan por la retirada.

El consorcio responsable de la gestión del aeropuerto de Guarulhos de Sao Paulo no especificó los modelos y compañías de las aeronaves, pero informó que una fue adquirida por la Empresa Brasileña de Infraestructura Aeroportuaria (Infraero) y otra por un comprador privado.

El consorcio que administra el aeropuerto de GaleAo, en Río de Janeiro, informó que hay un avión de VASP y seis más en el lugar. VASP fue otra aerolínea brasileña que quebró en 2005. El consorcio no dio ninguna información acerca de quien es el dueño de las otras seis, pero aclaró que no es Transbrasil.

Según estudios del Consejo Nacional de Justicia (CNJ), tres carcasas paradas en Galeao aún no han sido subastadas. Los cuatro restantes están en proceso de remoción.

De 2011 a 2015, el Consejo promovió el programa Espacio Libre, que simplificó la subasta de 50 de las 62 carcasas que había en 11 aeropuertos.

En asociación con el Ministerio de Defensa, el Consejo Nacional del Ministerio Público, el Tribunal de Cuentas de la Unión, el Tribunal de Justicia de Sao Paulo, el Ministerio Público de Sao Paulo, la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) y la Infraero, lograron subastar el 80 por ciento de ellas. No todas, sin embargo, han sido retiradas hasta ahora.

Según el abogado Gustavo Henrique Sauer, quien gestiona la masa concursal de Transbrasil, lo que quedó de la empresa recibió el dinero de todas las subastas hasta ahora.

Sauer dijo que las dos aeronaves en el aeropuerto de Brasilia pertenecen a la masa de Interbrasil, empresa del mismo grupo de Transbrasil, pero que, después del pago de la subasta, corresponde exclusivamente al aeropuerto y al nuevo propietario definir un calendario para la retirada.

Para Sauer, la falta de planificación extiende el tiempo de abandono de las carcasas y crea una nueva guerra legal.

"En algunos casos, quien compra la aeronave no entiende que ella fue subastada como chatarra y que no puede ser utilizada para otros fines. El propietario entonces retira algunas partes y deja la cáscara. Si no hay acuerdo, el aeropuerto puede ir a los tribunales exigir la remoción", explica.

El empresario Rogério Tokarski, propietario de un Boeing 737 de VASP y un Boeing 767 de Transbrasil subastados en el aeropuerto de Brasilia, dice que el costo del transporte es también un obstáculo, ya que casi se iguala al precio del avión.

En el caso del 737, el más pequeño, él gastó 19 mil dólares con la compra y otros 19 mil para transportarlo a una granja de caballos en Planaltina, ciudad a 70 kilómetros de la capital.

"Se necesitan tres camiones para transportar el avión: uno para cada ala y uno para el cuerpo. Además, una grúa para hacer el desmontaje, tasas al Departamento de Carreteras, debido a que es un transporte de carga especial, y el pago a la compañía eléctrica, si es necesario, para que desconecten el cableado eléctrico de las vías", explica.

Respecto al avión de Transbrasil, comprado por unos 29 mil dólares, Tokarski dice que pidió a Inframérica, consorcio que gestiona el aeropuerto de Brasilia, un tiempo adicional para retirar la carcasa.

El empresario tiene la intención de convertirla en un espacio turístico, pero explica que aún necesita desarrollar un plan de negocio viable y encontrar un lugar lucrativo.

Según los estudios del Consejo Nacional de Justicia, hay 12 aeronaves no subastadas en los aeropuertos brasileños: siete en el Aeropuerto Internacional Eduardo Gomes (Manaus), tres en Galeao, uno en Viracopos (Campinas - Sao Paulo) y uno en el Aeropuerto Antonio Joao (Campo Grande).

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