"A prepararnos todos para esta fiesta democrática del próximo día domingo", subrayó Correa, quien en los últimos 10 años ha impulsado la Revolución Ciudadana, su proyecto político de corte socialista enfocado a favorecer a los pobres y necesitados.

Para el oficialismo la salud y la educación son derechos, para la oposición "son espacios para el lucro", aseguró el mandatario.

"Lo dicen en su propuesta, otra cosa es lo que están diciendo en tarima dada su desesperación", apuntó.

El jefe de Estado abundó que "desde hace décadas no veíamos una elección tan polarizada, tan marcada en términos ideológicos (...) eso no es malo, es bueno, si tenemos madurez democrática, si el debate es de ideas, si se procesa en las urnas".

"Otra cosa es la frustración de los mismos de siempre (como llama a sus opositores) que desemboca en violencia, en agresiones, en insultos, en campaña sucia, en mentiras, en falta de argumentos", afirmó.

El gobernante recordó que desde hace casi dos años la oposición "ha mostrado su violencia sin igual" y denunció que durante la campaña electoral, que este jueves llegó a su fin, ha buscado desacreditar al oficialismo.

Correa aclaró que su gobierno, por convicción, rechaza todo tipo de violencia al referirse a la agresión que sufrió el pasado martes el candidato opositor a la presidencia Guillermo Lasso, junto a su familia, a la salida del estadio Atahualpa, en Quito, tras un partido de fútbol entre Ecuador y Colombia por las eliminatorias rumbo al Mundial de Rusia 2018.

Los incidentes iniciaron al interior el estadio cuando un grupo de simpatizantes de Lasso expresó su apoyo al candidato y lanzó gritos contra el gobierno, lo cual fue respondido con consignas a favor del oficialismo.

Al final del encuentro, cuando Lasso y su familia salieron del estadio, una multitud les arrojó objetos, pese a que eran protegidos por un grupo de policías.

Lasso atribuyó el suceso a gente vinculada al oficialismo, que negó tal acusación.

El presidente Correa acusó a la oposición de politizar el espectáculo deportivo, en función de sus intereses y rechazó su "hipocresía y doble moral".

En los comicios del pasado 19 de febrero, cuando acudieron a votar el vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, que busca la reelección, y su esposa, fueron agredidos por "turbas opositoras" y "¿qué publicó cierta prensa, dónde estuvieron los reclamos, donde se defendió su integridad?", preguntó el mandatario.

A su juicio, estas acciones responden a la desesperación de la oposición por los posibles resultados adversos de las elecciones.

"A parar la violencia, la doble moral, acepten dignamente los resultados del próximo domingo 2 de abril", les pidió Correa a sus opositores.