Los desastres naturales que asolan 11 regiones peruanas son consecuencia del cambio climático que en las últimas décadas se intensificó en el mundo, sostuvo hoy la directora de la organización no gubernamental WWF-Perú, Patricia León-Melgar.

El fenómeno de El Niño costero, con sus efectos desastrosos, acompañado de lluvias torrenciales, desborde de ríos, inundaciones y deslizamientos de tierras, reflejan las consecuencias del calentamiento global, precisó la activista.

León-Melgar detalló a la cadena noticiosa Radio Programas del Perú (RPP) que en la actualidad se tienen registros de la pérdida del 40 por ciento de los glaciales y los patrones de comportamiento de las lluvias han cambiado, lo cual altera las temporadas de cultivo y cosecha.

Según la representante del Fondo Mundial para la Naturaleza-Perú (WWW-Perú), la intensificación del proceso de cambio climático también provocó en la comunidad científica una menor capacidad para predecir los fenómenos atmosféricos.

León-Melgar dijo que la humanidad debe estar preparada para enfrentar mayores sequías, incendios forestales e inundaciones a través de medidas preventivas, debido al proceso de degradación climática.

Citó como ejemplo la tragedia que vive Perú, donde 11 regiones de las zonas costeras del país fueron arrasadas por las inundaciones y derrumbes que dejaron al menos 85 muertos, 270 heridos, 20 desaparecidos y unas 800.000 personas damnificadas y afectadas.

De acuerdo con la directora de WWW-Perú, a las furia de la naturaleza en el país se sumó la falta de prevención y planificación urbana, situación que provocó cuantiosos daños materiales en casas, carreteras, sembradíos e infraestructura pública.

El Instituto Nacional de Defensa Civil reportó que las inundaciones en Perú provocaron daños de diversas magnitudes en 153.329 viviendas, 7.500 kilómetros de vías terrestres, 509 puentes y 1.250 escuelas.