El multimillonario, David Rockefeller, célebre por sus obras de caridad, falleció este lunes a los 101 años de edad mientras dormía plácidamente en su hogar.

El empresario, nieto del cofundador de la petrolera Standard Oil, John D. Rockefeller, presidió durante años el Chase Manhattan Bank y fue fundador de la Comisión Trilateral en 1973, considerada una de las organizaciones privadas más influyentes del mundo. Según un reciente cálculo de la revista Forbes se estima que su fortuna asciende a USD 3.300 millones.

Durante su vida se reunió con más de 200 líderes en más de 100 países. Sin embargo, nunca postuló ni ejerció un cargo público, además de ser un incansable defensor del capitalismo. "El capitalismo estadounidense ha traído más beneficios a más gente que cualquier otro sistema en cualquier otra parte del mundo en la historia. El problema es verificar que el sistema sea eficiente y honesto", afirmó.

En su libro “Memorias”, publicado en 2014, reconoció: "He tenido mucha suerte al vivir esta vida que me ha tocado y, sobre todo, comprender que las cualidades de cada persona como ser humano, la mayoría de las veces, no tienen nada que ver con el marco que la vida le dio".

Rockefeller obtuvo un Doctorado en Ciencias Económicas por la Universidad de Chicago y fue un hombre entregado a las buenas causas. Sus obras de caridad le valieron en 1998 la Medalla Presidencial de la Libertad, el galardón más alto que entrega el país.

La construcción fue una de sus pasiones, no sólo por el aporte artístico que ofrecía a Nueva York, sino también por la ayuda que representaba en términos de empleo y vivienda para familias de bajos recursos. Asimismo, junto a su hermano mayor, John III, fue impulsor de las conocidas Torres Gemelas.

En el campo de las artes, se desempeñó como presidente emérito del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), centro creado por su madre junto a Lillie P. Bliss y Mary Quinn Sullivan. "Mi propio interés en el arte se debe a mi madre", sostuvo el magnate, que contaba con una de las colecciones más impresionantes del mundo, con obras de Picasso, Cezanne y Matisse.