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spanish.china.org.cn | 09. 03. 2017 | Editor: Elena Yang [A A A]

La anarquía en la economía de la internet merma el potencial de las empresas emergentes

Palabras clave: China, economía, internet,

Por Jorge Fernández

Orden, transparencia y nuevos modelos de pensamiento potencian a un pilar fundamental de la economía para este milenio.

 

En una etapa revolucionaria de transformación económica, el surgimiento de la internet en China no solo entregó a las nuevas generaciones un nuevo sistema de comunicación sino que, además, las proveyó de una plataforma de incubación para el desarrollo de actividades económicas apoyadas en la tecnología y la innovación.

Con 700 millones de usuarios, la red más grande del planeta y un modelo de desarrollo orientado al consumo interno, las empresas emergentes apoyadas en la internet constituyen en su conjunto un lubricado eje que forma parte de los motores económicos de China. Y es por ello que de la orientación política que se despliegue para su sano desarrollo dependerá la fortaleza y el potencial futuro de un pilar clave de la economía.

En el informe sobre la labor del gobierno, el primer ministro Li Keqiang enfatizó en las acciones desplegadas para alentar a las personas a aprovechar los frutos de la internet. El fin es invitar a las nuevas generaciones a fundar sus propias empresas apoyados en la innovación y conceptos novedosos y creativos. Es en ellos sobre los que descansa el éxito de planes de acción como el de la Internet Plus, la estrategia nacional de macro datos o la iniciativa Hecho en China.

La tarea no es sencilla y no puede materializarse en solitario. En cuanto a la orientación legal conjunta de la internet, el presidente de China, Xi Jinping, presentó en noviembre de 2016 en la III Conferencia Mundial de la Internet una visión inclusiva para hacer frente a las necesidades más apremiantes. Potenciar las virtudes de un universo inventado para acortar distancias difícilmente podrá lograrse por una sola persona o un solo país. Por el contrario, la búsqueda de beneficios demanda la construcción de una comunidad de destino compartido para el ciberespacio, en donde prevalezca la colaboración para estrechar coherentemente las distancias y para estimular colosales motores de crecimiento económico.

La gobernanza de la internet es un hecho impostergable dados los recursos latentes a la espera de ser cosechados en el ciberespacio. Este universo virtual no puede ni debe ser un terreno para la anarquía o para el fortalecimiento de un sistema en el que prevalezca la ley del más fuerte. Las empresas emergentes que se nutren de la internet requieren de un marco justo y razonable que materialice los intereses y aspiraciones de todos.

Con miras a potenciar conjuntamente las virtudes del ciberespacio en China, el presidente Xi Jinping no solo ha alentado a jóvenes chinos a aventurarse a cosechar los frutos que aguardan en el mercado de la internet. También ha alentado a emprendedores de todas partes del mundo a venir e impulsar empresas emergentes en territorio chino. Esto es, China busca abrir nuevos y prometedor horizontes con la participación de todos y bajo un marco legal orientado a la justicia y la equidad.

Dos temas se desprenden de la propuesta china. En primer lugar, la invitación no puede desligarse del compromiso para agilizar los trabajos en el territorio nacional. Tanto jóvenes emprendedores del exterior como inversores potenciales de empresas emergentes requieren conocer las oportunidades que el marco legal de China les brindará para la exploración de nuevos horizontes.

Una invitación debe llevar implícita una estrategia para impulsar el desarrollo de infraestructuras. Las comunidades rurales son nichos potenciales para el desarrollo de empresas emergentes. No obstante, sin una conexión amplia, eficiente y barata, no solo se entorpece el desarrollo de modelos innovadores, sino que también surgen cuestionamientos de inversores extranjeros para desplegar estrategias a largo plazo en el mercado chino.

En segundo lugar, estimular a las jóvenes generaciones a innovar y aventurarse a desarrollar sus propios proyectos de emprendimiento requiere cambiar modelos de pensamiento. Una sociedad piramidal, en donde el cambio nace en atención a la satisfacción de mandos superiores, no estimula ampliamente el desarrollo innovador.

China se abre al exterior al tiempo que busca salir de casa. Es necesario animar a las nuevas generaciones, especialmente a los emprendedores, a emancipar sus mentes y a pensar en función de variables distintas a las piramidales. Ese es el reto del sistema económico de la internet, un sistema que demanda modelos de pensamiento distintos a los tradicionales, emancipados, pero bajo un marco legal que estimule el desarrollo de sus propias cualidades. Y eso es trabajo de todos.

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