Emmanuel Dennis, consultor francés de 54 años para el comité del poblado de Hehong en Ninghai, provincia de Zhejiang, conversa con la residente local Xu Xiaohua a inicios de febrero.

El francés Emmanuel Dennis es un hombre muy ocupado. Además de hacerse cargo de dos compañías, el empresario, residente de Ninghai, también se desempeñó como consejero del comité del poblado de Hehong el año pasado. Su labor ad honorem le dio un rol relevante en el desarrollo de la comunidad.

Su más reciente proyecto involucra atraer inversionistas a la localidad, de arquitectura milenaria, en el campo del hospedaje con el fin de incentivar el turismo.

La semana pasada llevó a 12 interesados de Estados Unidos, Japón y de la provincia de Taiwán, quienes, en sus palabras, reconocieron el potencial de la zona.

Este europeo de 54 años realiza una labor muy activa en la comunidad, desde financiar la construcción de un pabellón de recreación hasta organizar banquetes para las personas de tercera edad.

Originario del pueblo de Valence, en el sureste de Francia, Dennis trabajó en el campo de las finanzas en Estados Unidos y el Reino Unido antes de visitar China por primera vez en 1997.

En 2002, se mudo a Ninghai con su esposa, nacida en la misma localidad, e inició negocios de artículos de oficina y juguetes, con ingresos de cerca de 100 millones de yuanes ($14,5 millones).

El año pasado, un funcionario local le solicitó ayuda para desarrollar las zonas rurales del lugar y él escogió Hehong debido a los elementos tradicionales del poblado.

"En Valence, vivía en una casa de 400 años de antigüedad. Cuando llovía fuerte, goteaba ligeramente en el interior. Era vieja pero bella”, señaló. “Mi familia realizó las reparaciones con sus propias manos”.

Las construcciones históricas deben protegerse para las futuras generaciones añade el empresario francés. “Me complace que el gobierno central preste ahora más atención a este tema”.

En los últimos años, el gobierno local ha mejorado la manera de gestionar la renovación de aldeas y ha tomado los pasos necesarios para limitar el daño a las estructuras originales y al diseño.

"¡El poblado es precioso! Casas antiguas y un paisaje espectacular”, exclamó Henry Zahn, un comerciante estadounidense de 80 años, quien estuvo de visita en el lugar para comprar una propiedad y convertirla en hotel.

Otro inversionista, Sun Ningchu también del país norteamericano, encontró un antiguo patio renovado que según él sería perfecto para un hotel boutique.

El mismo Dennis ha puesto los ojos en una casa junto al río. "Quiero conservar la apariencia de la estructura tradicional, pero el interior no tendrá nada que envidiar a un hotel de 5 estrellas. Será una combinación de elementos chinos y occidentales”, explicó

Además propuso a los locales que abran hostales para mochileros y que los servicios que se ofrezcan incluyan desplazamientos entre aldeas.

Dennis considera que su plan para impulsar el turismo puede atraer a la juventud. "Pueden relajarse, pescar, degustar comida de la zona, disfrutar de la tranquila vida rural sin apuros”, recalcó.