Durante años, Cai Jinlian ha envidiado a su hermana Cai Jinrong por su mejor calidad de vida a solo 1 kilómetro más lejos. Jinlian vive en la provincia de Hebei y Jinrong en Beijing.

Ambas crecieron en un pueblo de la montaña llamado Lishuigou en Hebei. Jinrong se casó con un campesino hace 30 años y se mudó a una localidad cercana pero perteneciente a la capital. Su vivienda cuenta con agua potable y es de dos pisos, en tanto que Jinlian hace dos años consumía agua del pozo, la vía que daba a su casa estaba en ruinas e incluso cuando llamaba por teléfono a su hermana tenía que paga como si fuera larga distancia. Sin embargo, las mejoras hoy en día son evidentes.

"Por años escuché hablar acerca del desarrollo integrado. Para mi sorpresa, en los últimos años los cambios no se han hecho esperar”.

Una solución nacional para los problemas locales

Localizado entre Beijing y Tianjin, Hebei carece del mismo brillo que sus pares en economía y servicios públicos. En 2013, el PIB per cápita era de alrededor del 40% de ambas municipalidades juntas.

Desde que las autoridades implementaron el desarrollo conjunto de la región Beijing-Tianjin-Hebei en febrero de 2014, el progreso ha sido palpable en el trasporte, la producción y el medio ambiente.

La estrategia nacional para el avance regional tiene por objetivo combatir el desequilibrio en el desarrollo y la contaminación, así como buscar medios de crecimiento. Asimismo exige a los gobiernos locales abandonar su antigua concepción centralista y enfocarse en el gran panorama.

Hebei ha extendido y reparado 12 carreteras que conectan la provincia con Beijing y Tianjin en los últimos 3 años, señaló Zhao Kezhi, jefe del Partido Comunista de Hebei. Estas vías de acceso eran el mayor obstáculo para la integración económica.

En diciembre de 2015, una línea ferroviaria entre Tianjin y Baoding en Hebei inició operaciones, con lo cual se evitaba pasar por la capital y, ahora, existen planes para al menos otros 20 proyectos parecidos.

La provincia ha venido luchando contra el exceso de capacidad en la industria del acero, el concreto y el vidrio. De 2014 al 2016, ha atraído 1,1 billones de yuanes (160 mil millones de dólares) en inversión procedente de Beijing y Tianjin, más de la mitad de su flujo total. El año pasado, 1.300 firmas tecnológicas de ambas ciudades han abierto sucursales en Hebei.

El valor añadido de la maquinaria industrial representó el 26% de su producción el 2016 y destronó a los sectores del hierro y del acero, según datos de la oficina provincial de estadísticas.

Las compañías de alta tecnología de Beijing han establecido más de 3.000 subsidiarias en Hebei y Tianjin.

Para controlar a su población y manejar el tráfico, Beijing ha clausurado 1.300 fábricas y ha movilizado más de 300 del centro hacia las afueras de la ciudad.

"Shijiazhuang cuenta con buenos sistemas de transporte y logístico. Las propiedades son baratas y los costos de mano de obra bajos”, indicó Hui Jihua, una vendedora de té que cerró sus tiendas en Beijing el año pasado para trasladarse a la ciudad de Hebei. Con el respaldo del gobierno, confía que a su negocio le irá bien en su nueva ubicación.