La fiesta del carnaval invade España desde este viernes -con coloridos disfraces, comparsas y alegría-, y concluirá el miércoles próximo con el clásico entierro de la sardina, pero los operativos de seguridad finalizarán hasta el domingo 5 de marzo.

Cádiz (sur), Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias o Aguilas en la región de Murcia (sureste) son lugares emblemáticos por sus carrozas, comparsas, bailes y concursos de disfraces.

A estos lugares llegan miles de turistas, y son considerados como de Interés Turístico Internacional, junto a los carnavales de Venecia, en Italia, y de Colonia, en Alemania.

Cádiz es el carnaval de las comparsas, los coros y las chirigotas con sus canciones cargadas de ironía y crítica, compuestas por las distintas agrupaciones que participan en la fiesta.

El de Santa Cruz de Tenerife es considerado uno de los carnavales más importantes del mundo, donde el glamour, ingenio, fantasía y la vistosidad de los trajes de las aspirantes a Reina le brindan un toque especial.

En Las Palmas de Gran Canarias, una de las fiestas más antiguas de la capital grancanaria que se remonta al siglo XVI, lo más llamativo es la Gala de la Reina, los concursos de comparsas, las murgas (género de música popular), maquillaje corporal y disfraces.

También es de llamar la atención su gran cabalgata que cada año reúne a más de 200.000 personas, en una serie de actos donde la ciudad revive la llegada de los isleños emigrados a América Latina y retornados a las islas.

La música llena las calles, las mujeres se ponen joyas y finos vestidos blancos y los hombres trajes de lino y sombrero para demostrar que les fue bien durante el año.

Otro de los carnavales más conocidos en España es el de Aguilas, en la región de Murcia (sureste), famoso por sus concursos en los que los espectaculares disfraces son los protagonistas.

En esta fiesta destacan dos grandes tradiciones: el lanzamiento de cascarones (huevos rellenos de papelillos) y beber la cuerva, una bebida hecha con vino y limón, que muchos describen como la "poción mágica" que despierta el espíritu carnavalesco.

Madrid tampoco olvida el carnaval y este año ha elegido un postre gastronómico típico de esta fecha para deleitar a sus visitantes: una sardina de chocolate.

El objetivo del delicioso dulce, creado por el repostero madrileño David Cristóbal, es rendir homenaje a la cofradía que pone fin a las fiestas.

Tanto en España como en muchos países del mundo se celebra esta fiesta pagana, que tiene lugar antes de la cuaresma cristiana (que inicia con el miércoles de ceniza).