Las personas bailan en un espacio público frente a un edificio.

Beijing se ha convertido en la última ciudad en regular el popular pero polémico “baile organizado” al emitir una normativa que surtirá efecto el próximo mes.

La Regulación sobre Buena Salud Física de Beijing indica que los danzantes podrían enfrentar penas administrativas si sus bailes molestan a los vecinos.

Actividades individuales y grupales no deben perturbar el orden público, abogar por supersticiones o afectar la labor, estudios o la vida en general de las personas, advierte la ley.

En este tipo de danza china, los participantes, usualmente de la tercera edad, se reúnen en plazas o parques para bailar al ritmo de la música con la ayuda de pequeños parlantes cuyo volumen puede ser muy alto, lo que ha generado una serie de disturbios en varias ciudades debido al ruido y a la competencia ocasional entre grupos rivales.

Muchas localidades han publicado reglas que fijan el lugar, la hora y el nivel de volumen de la música, y catalogan la actividad como ejercicios públicos. Xian, en el noroeste del país, implementó una regulación que restringe el ruido derivado de la práctica de deportes o actos recreativos en 2015.

En septiembre pasado, la Región Autónoma Zhuang de Guangxi, en el sur de China, prohibió el uso de parlantes para las danzas entre las 10pm y 6am en parques cercanos a edificios residenciales.