Durante el reinado del emperador Hanmingdi (58-75 d.C.), el budismo se volvió popular. Además, Cai Yin regresó de su visita a la India, asegurando que en ese país los creyentes se reunían para rezar frente a los sariras el décimo quinto día del primer mes todos los años. Con el fin de difundir la religión, el emperador ordenó encender faroles para rezar en el palacio y los templos ese día también. Más tarde, la gente adoptó la costumbre imperial, colgando faroles durante la fiesta.