La Agencia de Información Telegráfica de Rusia TASS informó el 2 de febrero, citando a una fuente cercana al Servicio Federal de Cooperación Técnica Militar Extranjera, que el país entregaría el segundo grupo de de 10 aviones caza Su-35 a China este año.

"La primera serie de 4 se envió a fines de 2016 y los últimos 10 llegarían en 2018”, indicó el testimonio, mientras que el organismo no ha brindado declaraciones al respecto.

Su subdirector, Vladimir Drozhzhov, indicó en noviembre de 2016 que Rusia estaba comprometida en la primera etapa de sus obligaciones contractuales con China respecto a los Su-35.

Moscú y Beijing firmaron en noviembre de 2015 un convenio por un valor de no menos de $2.000 millones para la compra de 24 aviones de combate, la cual incluía equipos en tierra y motores de reemplazo. La misma fuente dijo a la agencia que el contrato se completaría en 3 años.

El modelo pertenece a la cuarta generación de naves multifuncionales rusas equipadas con radares de transmisión aérea, motores TVC y 12 puntos duros. Posee una velocidad máxima de 2.500km/h, un rango de hasta 3.400km y un radio de combate de 1.600km.

De acuerdo con el portal británico Jane's Defence Weekly, la TASS, con referencia a la misma fuente, sostuvo que Rusia otorgaría otros 10 aviones de caza a China en 2017.

El gobernador de Khabarovskiy Kray, Vyacheslav Shport, anunció en septiembre de 2016 que la Asociación de Fabricación de Naves Komsomolsk-on-Amur (KNAAPO), una empresa ubicada en la región del río Amur entregará los 24 Su-35 al país asiático antes de 2018.

La venta la dio a conocer Russian Technologies, una firma industrial militar en noviembre de 2015, hecho que convirtió a China en el primer comprador extranjero del mencionado modelo. La nave de combate posee un alto grado de flexibilidad, así como características y rendimiento similares a su par de quinta generación.

El portal de noticias RBC Daily coincidió con las informaciones en cuanto al convenio y sus condiciones.

La armada china mostró interés por primera vez durante la Exhibición Aérea China 2008, cuando el general Xu Qiliang, entonces comandante de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación inspeccionó la unidad en la caseta de Sukhoi y preguntó sobre su rendimiento en vuelo, técnico y táctico.

En 2011, el Ministerio de Defensa Nacional de China alcanzó una oferta al servicio de cooperación ruso. Ambas partes rubricaron un acuerdo inicial a fines de 2012 y negociaron los términos técnicos y financieros del trato en los siguientes 3 años.

La revista estadounidense National Interest colocó al Su-35 a la cabeza de la lista de las armas más letales de Rusia. Un experto del medio bimensual apuntó que la nave era "extremadamente peligrosa” para muchos de los aviones de la OTAN porque tenía a su disposición misiles de largo alcance aire-aire con capacidad de lanzamiento a una velocidad supersónica.