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spanish.china.org.cn | 06. 02. 2017 | Editor: Lety Du [A A A]

Ganadores y perdedores de un conflicto comercial entre EE.UU. y China

Palabras clave: Ganadores y perdedores de un conflicto comercial entre EE.UU. y China

Un empleado de Ford Motor ensambla un Mustang en la planta de la compañía en Flat Rock, Michigan, 20 de agosto de 2015.

Con el arribo de Donald Trump a la Casa Blanca, los analistas trazan listas de ganadores y perdedores de un posible aumento en las tensiones entre las primeras dos economías del mundo.

No es lo suficientemente claro aún cómo se desarrollarán los planes en la era Trump, quien en su campaña dejó por los suelos acuerdos comerciales con China que generaron déficits sin precedentes en Estados Unidos. Lo que podemos afirmar es que China responderá ante cualquier seña de proteccionismo, medidas de contingencias en la mira y el histórico ejemplo de políticas contra Japón durante el deterioro de los vínculos en 2012.

Un boicot generalizado de los productos estadounidenses en China puede golpear duramente marcas como Nike Inc, General Motors Co, Ford Motor Co y Tiffany & Co, mientras que las sanciones del país americano a los artículos electrónicos chinos ejercerán una gran presión entre los exportadores como Lenovo Group Ltd o ZTE Corp, según el grupo Credit Suisse. Frente a la baja en el comercio, los competidores nacionales tendrán las de ganar.

"La mayoría de gente con la que hablo tiende a pensar en una guerra comercial como el caso más probable, lo catalogan como el cisne negro”, señaló Hong Hao, analista de de la empresa hongkonesa Bocom International Holdings Co, en una entrevista telefónica.

"Creo que las posibilidades son varias", añadió.

Trump se ha comprometido a utilizar "cada prerrogativa presidencial para poner fin a los conflictos comerciales” con China, incluidos aranceles. Una vez saco a relucir un gravamen del 45% a las importaciones chinas, para luego negarlo.

Tras su toma de mando el 20 de enero, Global Times indicó que su discurso apuntaba hacia “una alta probabilidad” de fricción comercial”.

El índice MSCI de China podría caer hasta un 30% si Washington impone unos aranceles del 45%, de acuerdo con Jonathan Garner, un estratega de Morgan Stanley radicado en Hong Kong.

En el supuesto de un humilde 5%, el índice no cambiaría mucho, agregó Garner. En diciembre, el analista se mostró optimista con las acciones chinas frente a la subida del indicador compuesto de Shanghai a 4.400 este año. El aumento fue de 0,4% a 3.136,78 el 23 de enero.

Por su parte, Hong estimó que el referente del indicador de Shanghai se ubicará por debajo de los 2.800 puntos en un escenario de conflicto, un retroceso de cerca del 10% de los niveles actuales. El S& P 500 se mantiene positivo desde la elección de Trump en noviembre, sostuvo Hong. En diciembre, sus proyecciones afirman que la marca del índice de Shanghai podría situarse en un rango de más 500 o menos de los 3.300 para el presente año.

Desde la perspectiva de Beijing, los fabricantes de vestido y artículos electrónicos podrías ser los mayores perjudicados de presentarse una disputa comercial, debido a su gran dependencia de los consumidores americanos, a decir de Reto Hess, jefe del equipo de investigación de valores en Credit Suisse.

Compañías como GoerTek de tecnología inalámbrica y Regina Miracle International Holdings Ltd de confección de ropa obtienen más del 70% de sus rentas de los Estados Unidos, los mayores entre los indicadores de MSCI China y Hong Kong, según Morgan Stanley.

Los fabricantes de semiconductores Ambarella Inc y Texas Instruments Inc lideran las empresas estadounidenses en el MSCI de Estados Unidos, con la mayor parte de sus ventas en la nación asiática, afirmó Garner.

Si los consumidores boicotean los productos estadounidenses como lo hicieron con los japoneses en 2012 por una disputa territorial, las firmas domésticas como el fabricante de autos BYD Co Ltd y de ropa deportiva Anta Sports Products Ltd se beneficiarán del resultado, anotó Hess de Credit Suisse.

Las marcas extranjeras no estadounidenses también podrían experimentar una mejora como tercera alternativa. "Los consumidores chinos podrían decidirse por un auto alemán en vez de uno del país norteamericano, o una camiseta de Adidas en desmedro de la de Nike", resaltó Hess.

En general, los valores estadounidenses perderían más que sus pares chinos en una probable fricción, al menos desde el punto de vista de Garner de Morgan Stanley. Mientras casi el 10% de las compañías que cotizan en el MSCI deben cerca de la decima parte de sus ventas a China, menos del 2% de las firmas asiáticas pueden decir lo mismo, de acuerdo con Morgan Stanley.

En caso de una colaboración, Garner ve a las empresas chinas de energía, entretenimiento, tecnología y turismo como las más beneficiadas, así como las de telecomunicaciones y semiconductores de Estados Unidos.

Un escenario positivo es difícil de presagiar para aquellos enfocados en las advertencias de Trump durante su campaña.

"No es fácil observar que la administración de Trump se quede de brazos cruzados”, aseguró David Cui, estratega de Bank of America en Singapur, con una vasta experiencia en el mercado chino. "Si las cosas empeoran, es posible que las acciones vinculadas se vendan”.

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