El puente Hutong (Shanghai-Nantong) sobre el río Yangtsé en el este de China.

A través de los años, Trump ha expresado admiración por los logros de China. Sus comentarios parecen indicar que busca que Estados Unidos se asemeje al gigante asiático en términos de crecimiento. En noviembre de 2012, Trump escribió en un tuit que China avanza porque puede construir el edificio más alto del mundo en 90 días, añadiendo que en Estados Unidos existen muchos trámites burocráticos. En julio de 2013, señaló en un tuit también que China estaba levantando 50 nuevos aeropuertos mientras que Estados Unidos se pudre. En octubre de 2014, sostuvo que la nación asiática había superado a la norteamericana como la mayor economía del mundo en términos de poder adquisitivo y criticó al gobierno por gastar el dinero mientras Beijing se hace de aeropuertos y rascacielos. Como en otras áreas de infraestructura, China ha construido edificios a una velocidad increíble y cuenta con un horizonte cada vez más impresionante.

Estos son más que meras estructuras clave para operar un país, también representan la concentración de poder y riqueza. El profesor de Economía de la Universidad Rutgers-Newark, Jason Barr, subrayó al People’s Daily Online: “los edificios son más altos a medida que aumenta la fortuna de una ciudad, y se achican o son menos cuando esta decae”. Un estudio del Consejo de Rascacielos y Hábitat Urbano apuntó que China completó 84 edificios en 2016, con un total de 12 millas en altura. En el mismo periodo, Estados Unidos concluyó 7, 5 de los cuales se encuentran en una misma ciudad. China cuenta con más estructuras de más de 150 metros que otra nación en el mundo y cerca del 75% de los 30 mejores proyectos de este año estarán en su territorio. Según Barr, la tendencia continuará en las próximas 2 a 3 décadas. “Una vez que China construya a la par de su rápido crecimiento, tendrá una cantidad increíble de obras completas y se sentirá menos presión en cuanto al ritmo de las obras y su altura”.

China tiene algo que Estados Unidos requiere con urgencia: infraestructura. Sin embargo, las políticas comerciales proteccionistas hacia China harán poco para cumplir la meta de reactivar el país, de acuerdo con un análisis de Stratfor. El Vista Tower de $1.000 millones, un condominio y hotel en obras en Chicago, es desarrollado en conjunto por el grupo local Magellan Development y el grupo Wanda. La torre representa la mayor inversión en bienes raíces de una compañía china en la ciudad y una de las más grandes en Estados Unidos, en palabras del Chicago Tribune. La obra refleja los beneficios mutuos de una colaboración bilateral. Las dos mayores economías del mundo necesitan encontrar el punto óptimo en este vínculo altamente interdependiente y el ramo de la infraestructura puede la oportunidad de oro para que ambas partes aprovechen sus fortalezas con una ganancia compartida.