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spanish.china.org.cn | 09. 01. 2017 | Editor: Lety Du [A A A]

El mundo se desangra ante la indiferencia

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El mundo se desangra ante la indiferencia

El 2016 partió pero los conflictos no dan tregua. Alepo continúa desangrándose y los refugiados siguen desafiando la muerte al tratar de cruzar el Mediterráneo, son algunas de las historias que han enlutado el año que acaba de finalizar.

El balance da cuenta de 65 millones de desplazados, cifra muy superior a la de la Segunda Guerra Mundial, en especial a causa de la guerra, disturbios sociales y motines. Para el 2017 la ONU ha solicitado la astronómica cifra 22.200 millones de dólares para asistir a 93 millones de personas en 33 países.

Al igual que Siria, Irak y la crisis del Mediterráneo, existen otras crisis humanitarias que no podemos ignorar. Repasemos 3 de ellas.

 

Yemen

La situación en Yemen es caótica. Más de la mitad de su población, 14 millones de personas, sufre de hambre y más de 19 millones carecen de agua. En los dos últimos años, el conflicto entre el gobierno y las fuerzas de la oposición ha destruido gran parte del país, entre hospitales, escuelas y medios de transporte.

Yemen necesita que el mundo despierte y se interese por su dramática situación. Necesita que cesen las hostilidades, de un respeto a la vida de los inocentes y más que nada de soluciones concretas.

 

Sudán del Sur

De ser un país independiente lleno de esperanzas en 2011, se convirtió dos años más tarde en uno marcado por la violencia, que ha afectado en especial a mujeres y niños. En un informe de 2016, Sudán del Sur superó a Afganistán como el lugar más peligroso del mundo para las organizaciones de ayuda.

Más de un millón de personas viven como refugiados en naciones vecinas, y dentro del país, la mitad de sus habitantes no cuenta con alimentos suficientes.

Con un territorio similar a Francia en tamaño, esta nación africana solo posee 6 carreteras nacionales, de las cuales una está pavimentada, lo que dificulta el transporte de provisiones hacia los lugares más necesitados.

Cuenca del lago Chad

Hace cinco años, el mundo se enfrentó a una hambruna agravada por la sequía que le costó la vida a más de 250.000 personas en Somalia. Hoy en día, estamos nuevamente al borde del desastre, esta vez en África Occidental.

En los países de la cuenca del lago Chad (Níger, Nigeria, Camerún y Chad), el extremismo violento, la sequía y los desplazamientos masivos han creado una crisis humanitaria sin precedentes. La UNICEF advirtió que solo en este mes, 400.000 niños en el noroeste de Nigeria están en riesgo de morir de hambre y 80.000 lo harán si no reciben tratamiento.

Son solo 3 de las muchas crisis humanitarias que abatieron el planeta el año pasado y que lo seguirán haciendo el 2017 si no se les presta atención inmediata. El tiempo es vital, cada minuto alguien se desangra, muere de hambre y de sed o es obligado a huir de sus hogares hacia un futuro aún más incierto. Las palabras no sirven de nada lo que se requiere son acciones concretas urgentes.

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