Los dos cargos de asesinato por delito grave fueron desestimados.

Como Tom Charron, administrador de la Corte del Condado de Cobb, explicó: "En Georgia, la vida significa vida". Harris permanecerá detrás de las rejas durante el resto de sus días, dijo.

El juicio de Harris se llevó a cabo en Brunswick, Georgia, casi seis horas al sureste de su condado en Marietta, Georgia.

Los abogados defensores habían convencido a la corte de que Harris no podría haber recibido un juicio justo en un caso bien divulgado, ya que la mayoría de los posibles jurados interrogados indicaron que ya se habían formado una opinión sobre la culpabilidad de Harris.

El juicio incluyó cinco semanas de testimonios, 70 testigos y más de 100 pruebas.

Los abogados de la defensa habían sostenido que Harris era un padre cariñoso y que el que fuera responsable de la muerte del muchacho era un trágico accidente.

El niño murió después de quedarse siete horas en la parte trasera del vehículo de Harris el 18 de junio de 2014.

Harris dijo que se olvidó de dejar a su hijo en la guardería por la mañana y se dirigió directamente a su trabajo como desarrollador web para Home Depot, sin darse cuenta de que Cooper todavía estaba en el asiento del coche.

Le dijo a la policía que no se percató de su presencia hasta que salió del trabajo para ir a ver una película.

Poco después, los investigadores encontraron pruebas de que Harris estaba teniendo relaciones sexuales - tanto bromas en línea como asuntos personales - con numerosas mujeres, incluyendo una prostituta y una adolescente.

"Él profesó amor por muchas de estas chicas jóvenes", dijo. La mujer a la que estaba más apegado se deslizaba entre sus dedos. Ella fue cortándolo poco a poco. El día anterior a la muerte de Cooper, él la llamó y ella no respondió. La chica tenía 18 años en ese momento.

Los fiscales acusaron a Harris de asesinato por malicia, diciendo que mató intencionalmente a su hijo para escapar de las responsabilidades de la vida familiar.

En última instancia, prevaleció el argumento de que Harris debía haber sabido que Cooper estaba en el coche.

Harris condujo menos de dos minutos para ir a trabajar después de colocar al niño en el asiento del automóvil cuando terminaron de desayunar en un restaurante Chick-fil-A, a poco más de media milla de la oficina de Harris.

El vídeo de vigilancia del estacionamiento mostró que Harris también fue a su coche después del almuerzo y arrojó en él algunas bombillas que había comprado.

Los detectives testificaron que Harris parecía demasiado tranquilo al responder a sus preguntas horas después de que su hijo muriera.

Amigos y miembros de la familia testificaron que Harris era un padre devoto y cariñoso, y el jurado vio vídeos de Harris tratando de enseñarle a Cooper a decir "banana" y dejar que el niño tocara su guitarra.

Los momentos alegres tuvieron a algunos miembros del jurado riendo en voz alta.