Por Juan Carlos Moreira

Durante este año que ya entra en su recta final, bajo el espíritu del Mono de Fuego, las relaciones entre China y América Latina y el Caribe (LAC) han logrado acertar, avanzar y madurar.

En la esfera de la cultura, por primera vez se celebró el Año del Intercambio Cultural China-América Latina. La iniciativa fue propuesta por el presidente chino Xi Jinping, durante la reunión con los líderes de los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en julio del 2014. Este gran festival de las artes fue una celebración sin precedentes que contó con una amplia participación de talentos de diversas manifestaciones. Inaugurado en Beijing durante la última semana de marzo, devino como la gran oportunidad para el despegue de los intercambios culturales entre China, América Latina y el Caribe, a todo lo largo y ancho de los países y regiones, fortaleciendo las perspectivas de intercambio comercial de las industrias culturales.

Entre los muchos hechos artísticos relevantes del Año del Intercambio Cultural China-América Latina, cabe señalar la magnífica exposición del maestro colombiano Fernando Botero, los conciertos del laureado pianista chino Lang Lang, el ensoñador espectáculo de los Guerreros de Terracota y la magistralidad de la compañía cubana “Ballet de Lizt Alfonso”.

Tambien fue condecorado el escultor chino Yuan Xikun con la medalla de la República Oriental del Uruguay, en la categoría de caballero. El maestro Yuan, de 71 años, ha desarrollado una prolífica carrera como escultor, profesor de bellas artes y curador. Entre su amplia producción se destaca la serie de bustos y esculturas que honran a personalidades de América Latina y el Caribe.

En relación con el acercamiento comercial, destaca la celebración de la “X Cumbre Empresarial China-LAC”, que contó este año con la participación del Sr. Tabaré Vázquez, presidente de Uruguay, y una importante cifra de empresarios, funcionarios e instituciones.

En 2015, el volumen comercial entre China y LAC alcanzó 236.500 millones de dólares, multiplicándose por veinte desde la pasada década, precisan estadísticas oficiales chinas. Y se aspira alcanzar un comercio bilateral de 500.000 millones de dólares y una inversión directa china de 250.000 millones de dólares.

Aunque la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) para este año pronosticó una contracción promedio del -0,9 por ciento en América Latina y el Caribe, se prevé un repunte para el 2017 en la dinámica económica con un crecimiento promedio del 1,5 por ciento.

Dentro del marco de "1+3+6", la cooperación comercial y económica entre China y LAC ha experimentado un rápido desarrollo. En la actualidad, China se ha convertido en el segundo mayor socio comercial de LAC y el mayor socio comercial de muchos países de la región. Por su parte, LAC ha experimentado un rápido crecimiento de las exportaciones a China y ha sido un destino importante de las inversiones del gigante asiático. Aunque, como ya se ha señalado, para alcanzar la meta de un intercambio comercial de 500.000 millones de dólares, las inversiones chinas en LAC tienen que diversificarse y apostar por sectores de alto valor añadido como el comercio electrónico, transporte, energía, logística, finanzas y tecnología móvil. Es una imperiosa necesidad para añadir ímpetu al desarrollo de las relaciones comerciales y económicas entre China y LAC en medio de la desaceleración del crecimiento económico, debido –entre otros factores- a la reducción de la importación de materias primas hacia China y la caída de sus precios en el mercado global.

Entre las iniciativas de este año que buscan dinamizar la relaciones comerciales, es muy encomiable el establecimiento del parque industrial China-América Latina y el Caribe en el distrito de Laoting, de la ciudad de Tangshan, impulsado por el Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional (CCPIT, por sus siglas en inglés)

En la actualidad, China continua sus reformas en aras de construir una sociedad modestamente acomodada, bajo un nuevo concepto de desarrollo que priorice la innovación, el desarrollo ecológico y la internacionalización de las marcas chinas. Mientras que América Latina y el Caribe, en general, reajustan su estructura económica, presentan ofertas para atraer inversiones directas, trabajan en la modernización industrial y sobre todo, en la polivalencia productiva de valor agregado que logre liberar la economía latinoamericana del círculo de altas y bajas de los precios de las materias primas en el mercado mundial.

En el sector financiero, ya el Banco Industrial y Comercial de China, el Banco de China, el Banco de Construcciones de China y el Banco de Comunicaciones, cuentan con más de diez sucursales en América Latina y el Caribe para promover el comercio y la inversión, además de brindarle servicio a la población local.

Además, el Banco Popular de China ya ha firmado acuerdos de intercambio de divisas con los bancos centrales de Brasil, Argentina, Surinam y Chile.

Por otra parte, el Plan de Cooperación China-América Latina y el Caribe (2015-2019) aprobado durante la Primera Reunión Ministerial del Foro China-CELAC mantiene su buen paso en la ejecución de proyectos estratégicos, a mediano y largo plazo. Y se han ensanchado los tres canales de financiamiento: fondos, créditos y seguro.

En cuanto a las relaciones políticas, este año se ha fortalecido la confianza mutua. El presidente chino Xi Jinping, y otros altos funcionarios chinos de alto nivel, con frecuencia se han reunido con líderes latinoamericanos y caribeños y trazado el fortalecimiento de la colaboración integral y el establecimiento de una comunidad de destino común compartida.

En las conversaciones sostenidas, se ha reafirmado la imprescindible sintonía para el establecimiento de un modelo de cooperación Sur-Sur; la continuación de un proceso abierto e inclusivo Ganar-Ganar y el acercamiento del "sueño chino" junto a las aspiraciones de las naciones latinoamericanas y caribeñas para profundizar el nuevo patrón en las relaciones China-LAC conocido como “5 en 1”.

China, en el documento de reciente publicación “Política de China Hacia América Latina y el Caribe”, reafirma su disposición de trabajar con LAC de acuerdo a las ideas y objetivos establecidos en la Declaración de Beijing de la Primera Reunión Ministerial del Foro China-CELAC, el Plan de Cooperación China- Estados Latinoamericanos y Caribeños (2015-2019) y las Disposiciones Institucionales y Reglas de Funcionamiento del Foro China-CELAC, siguiendo siempre los principios de respeto, igualdad, pluralidad, beneficio mutuo, cooperación, apertura, inclusión y no condicionalidad. Además del apego al reconocimiento de una sola China.

Por su parte, América Latina reconoce en China una nación responsable, solidaria, económicamente fuerte y con un desarrollo ascendente.

Este año, a pesar de las nuevas entradas, salidas, movimientos y amagos en el ajedrez geopolítico y económico del planeta, China y América Latina han logrado seguir vigorizando y perfeccionando su norte magnético conocido como “5 en 1”: confianza política mutua, cooperación ganar-ganar en economía y comercio, aprender entre sí mediante los intercambios culturales y los intercambios pueblo a pueblo, cooperar estrechamente en los asuntos internacionales y promover las relaciones bilaterales.