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spanish.china.org.cn | 19. 11. 2016 | Editor: Lety Du [A A A]

China y Ecuador: La vigorización de dos naciones hermanas

Palabras clave: China, Ecuador, Xi Jinping

Por Jorge Fernández

 

Es el dinamismo y la tenacidad de Ecuador, cualidades innatas de esta nación de la línea equinoccial, los que han hecho que China vea en el pueblo ecuatoriano a un amigo leal y a un socio estratégico, dispuesto a avanzar conjuntamente rumbo a la modernización y al beneficio compartido.

Hace 9 años, cuando Rafael Correa asumió la presidencia de Ecuador, demostró una determinación irrenunciable para transformar una matriz productiva orientada a la exportación de materias primas en una generadora y exportadora de valor agregado.

Esta transformación estructural coincide con el momento histórico de la China de hoy, embarcada en salir al exterior y colaborar, bajo un principio de beneficio compartido, en sectores productivos estratégicos que permitan salir del subdesarrollo y estimulen el avance rumbo a la tan ansiada modernización.

El trabajo conjunto, una convergencia de intereses y modelos de desarrollo, entre otras variables, han hecho posible que China contribuya a la histórica transformación de Ecuador, principalmente en la construcción de hidroeléctricas. El autoabastecimiento con energías renovables ha sido una apuesta acertada del presidente Rafael Correa y un eslabón que ha permitido una colaboración estratégica con China.

El financiamiento, la labor empresarial y la transferencia de tecnología, todos ellos provenientes de China, han materializado los sueños de Ecuador. En un periodo breve, ocho centrales hidroeléctricas, algunas en proceso de construcción, han hecho que Ecuador pase de ser un importador y se perfile como un exportador regional de electricidad.

Comparativamente, Ecuador es exponencialmente menor que China. Pese a ello, es uno de los mayores receptores de financiamiento chino. Solo en 2015, China invirtió en este país latinoamericano 6 mil 30 millones de dólares. Una relación sustentada en la equidad, el respeto a la soberanía y la igualdad, sin importar la distancia o las dimensiones territoriales, ha hecho posible estrechar la amistad y definir una de las relaciones estratégicas más fructíferas en términos de beneficio compartido.

El mismo presidente Xi Jinping, quien inicia esta gira por América Latina en Ecuador, ha sido enfático en la importancia que representa para ambos países la convergencia de intereses y la confianza construida a lo largo de 36 años de relaciones diplomáticas. Y por ello, la decisión de elevar sus relaciones bilaterales al nivel de asociación estratégica integral es una consecuencia lógica y natural de sus estrechas relaciones.

Ambos países coinciden hoy que, en un mundo en el que el hombre ha sido el lobo del hombre, las relaciones entre países, sin importar el tamaño o el sistema político, deben entablarse sobre una base de sinceridad y confianza, en donde la reciprocidad en las tareas, la responsabilidad y los beneficios redunden en el interés de todas las partes.

La colaboración establecida a lo largo de estos años les ha revelado que una sociedad exitosa no nace del beneficio unilateral ni de la explotación del más fuerte sobre el más débil. Por el contrario, hoy estos dos países concluyen que una sociedad sólida se construye con la firme convicción de trabajar honestamente y con la idea inalterable de compartir justamente el trabajo y fruto de todas las partes. China y Ecuador hoy comprueban que sin voluntad para apuntalar una buena sociedad, el desarrollo compartido no es más que una mera utopía.

El histórico encuentro entre Xi Jinping y Rafael Correa advierte que las relaciones chino-ecuatorianas no pueden ni deben depender de un momento histórico ni de una sinergia de intereses. Por el contrario, anuncia el compromiso de dos mandatarios para estimular el trabajo conjunto y esmerado de gobiernos, partidos políticos y organizaciones populares, a fin de que la relación bilateral avance de generación en generación, rebasando toda temporalidad circunstancial.

Tanto China como Ecuador han atestiguado pasados históricos similares. Ambos han sido víctimas de la vejación y de las injusticias de sistemas coloniales o económicos anárquicos. Hoy estos dos países del Sur rubrican una asociación estratégica integral que va más allá del terreno económico o de la modernización en solitario. Ahora China y Ecuador comparten el mismo vocabulario para la construcción de un nuevo orden en donde la voz de los países del Sur apunta a resonar con mayor fuerza.

En esta histórica visita, China y Ecuador anuncian a América Latina y al mundo los pasos de una sana relación: Sin una buena relación entre los pueblos es difícil establecer una buena relación política. Y sin una buena relación política es difícil establecer una relación económica fructífera. China y Ecuador han alcanzado un nuevo hito en sus vinculaciones gracias a la amistad que los mantiene unidos. La visita del presidente de China, Xi Jinping, por invitación de su homólogo Rafael Correa, apuntala la fuerza de dos naciones hermanas y coloca la relación bilateral en un nivel inédito y nunca antes visto.

 

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