A diferencia del método utilizado en la Tierra con el que primero se siembra y luego se riega, nosotros regamos primero un mineral llamado vermiculita, que usaremos como "tierra", y luego plantamos las semillas en su interior.
La vermiculita absorbe mucha agua y luego la suministra en abundancia a nuestras lechugas. Las semillas germinaron al quinto día y nos emocionamos tanto que nos tomamos una selfi con ellas.
Después espaciamos las plántulas para asegurarnos de que cada una tuviera espacio suficiente para crecer. Lo hicimos con mucho cuidado para no dañarlas. También utilizamos jeringas para inyectar aire en la "tierra" para que pudieran respirar.
Tenemos que decir que nuestras lechugas se ven especialmente frescas e incluso más verdes que las terrestres, a pesar de que sólo las hemos atendido 10 minutos al día.
Lamentablemente, la lechuga tiene únicamente fines experimentales y no es para comerla, pero creo que lo será en el futuro.
Algunos niños se preguntan por qué estamos analizando la tecnología de interacción entre el cerebro y la computadora en el espacio si podemos hacerlo en la Tierra. No existe un consenso sobre si el ambiente en el espacio puede afectar un electroencefalograma y nuestro experimento busca aclararlo.
La principal diferencia entre un experimento de CDS en el espacio y uno en la Tierra es el ultrasonido.
Con una gravedad cero, nuestros órganos registran un desplazamiento ligero. En consecuencia, los órganos que normalmente son fáciles de encontrar en la Tierra son mucho más difíciles de localizar en el espacio. Tenemos que estar conscientes de esto y ajustar los sensores en consecuencia.
Nuestro programa de acondicionamiento físico espacial incluye correr, pedalear en bicicleta y ejercicios con cables, además de pararnos de manos, hacer volteretas y practicar tai chi en el aire.
Al final de un día de mucha actividad tenemos un poco de tiempo libre antes de irnos a la cama. Nos tomamos selfis para tener algunos registros personales de este inolvidable viaje o simplemente nos acercamos a la ventana y miramos en silencio ese hermoso planeta azul llamado Tierra.
Es hermoso, ¿no les parece?
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