Los dos socios se complementan en la estructura de sus economías y en el desarrollo de sus estrategias. Los países latinoamericanos buscan diversificar su modelo económico, mejorar su infraestructura y acelerar la modernización de su industria. En tanto la nación asiática posee grandes ventajas en finanzas, tecnología y capacidad de producción. Esto los hace perfectos el uno para el otro.

Con una serie de grandes proyectos con empresas chinas, tales como la modernización del sistema ferroviario en Argentina, la construcción de líneas de transmisión de alto voltaje en la estación hidroeléctrica Belo Monte o el establecimiento de redes 4G de Huawei en Latinoamérica, China está comprometida a ayudar a la región a construir tres vías estratégicas de logística, electricidad e información.

La iniciativa del tren bioceánico, un corredor que conectará el Pacífico con el Atlántico incentivará el desarrollo de las redes de transporte en el continente, reducirá los costos logísticos e incluirá a América Latina en el círculo económico Asia-Pacífico.

La interconexión entre ambos lados del Pacífico tendrá seguramente un profundo impacto en el transporte mundial de bienes y en los patrones comerciales.

Los hechos muestran y lo seguirán haciendo que los vínculos entre China y Latinoamérica han avanzado por una senda de apertura, inclusión y beneficio mutuo. La nación asiática es hoy por hoy el segundo socio comercial de la región y su tercera fuente de inversión, por su parte América Latina es el séptimo socio de China y un importante destino de inversión extranjera.

A medida que ambas partes han ido explorando nuevas oportunidades, el comercio bilateral también se ha ido diversificando.

Durante la visita de Xi, China se enfocará en optimizar los preparativos de tratados de libre comercio y buscará fortalecer los lazos en comercio electrónico, creación de parques industriales y construcción de infraestructura bajo los principios de confianza, ganancia y aprendizaje compartidos.

China y América Latina tienen un fin común de búsqueda del desarrollo, una complementariedad económica y un gran potencial para fortalecer la cooperación.

El viaje de Xi trazará nuevas directivas de cooperación y promoverá aún más la apertura y el crecimiento inclusivo en Asia-Pacífico, lo cual al final facilitará la prosperidad y el avance de la economía mundial.