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spanish.china.org.cn | 16. 11. 2016 | Editor: Lety Du [A A A]

III Conferencia Mundial de Internet: por un ciberespacio de inclusión y beneficio

Palabras clave: III Conferencia Mundial de Internet

Por Juan Carlos Moreira

 

China vuelve a ser anfitrión de la Conferencia Mundial de Internet, que se celebra del 16 al 18 de noviembre en la ciudad fluvial de Wuzhen, provincia de Zhejiang.

El encuentro de este año, la tercera edición de la Conferencia, ha convocado 16 foros dentro de los cuales se abordan 20 grandes temas. Entre ellos, se destacan la economía de internet, la cultura de internet, la innovación y la colaboración en el ciberespacio. Entre los participantes en el evento hay altos directivos de organizaciones internacionales, expertos de las industrias de internet, celebridades de las redes sociales, notables académicos y conocidos estudiosos de las nuevas tecnologías.

"El desarrollo de internet impulsado por la innovación es para beneficio de todos: la construcción de una comunidad de futuro común en el ciberespacio" es el lema que preside la III Conferencia Mundial de Internet. Este marco conceptual fija con meridiana claridad los propósitos de China con respecto al uso de internet.

Internet como herramienta del desarrollo es el camino que China, con valentía y determinación, ha abrazado para beneficio de su gente, de sus instituciones y del presente y futuro de su economía.

Actualmente 700 millones de cibernautas chinos utilizan Internet para estudiar, trabajar y tener acceso a servicios públicos, lo que convierte a China en el hogar de la población en línea más grande del mundo.

Todos los países que aspiren a ser parte vital del siglo XXI deben comprender el inmenso valor que para cualquier nación tiene democratizar el uso de internet entre sus ciudadanos. Hace mucho tiempo que la red de redes dejó de ser aquella amenaza invisible que erosionaba fronteras nacionales y olía a caos e insubordinación entre bambalinas. Gracias a aquellos que comprendieron a tiempo que los beneficios de Internet serían mayores que sus peligros, Internet se pudo desarrollar como una sólida plataforma de bien público, donde todos avanzan y construyen diversas vías de acercamiento, conocimiento e interacción. Inmenso valor que China ha definido como la “construcción de una comunidad de futuro compartido” y en cuya edificación hoy tiene un protagonismo medular.

En sus inicios, la rapidez y pluralidad a la hora de buscar una determinada información era lo más destacado que podía ofrecer la red de redes. En poco tiempo, si comparamos su trayectoria con otros hitos tecnológicos, Internet logró reinventarse, seguir sorprendiendo y llegar a constituir un cosmos inédito y autónomo, que cada día resulta más prometedor: el ciberespacio. China, como país en vías de desarrollo, no le dió la espalda. Y hoy, como segunda economía del mundo, se erige como uno de los países más proactivos en el uso de este poderoso cosmos. Gracias a la virtualidad del medio (la capacidad de estar presente sin tener que estarlo y poder estar, sin tener que estar presente), China ha amplificado sus posibilidades físicas, poniéndolas al alcance de sus ciudadanos mediante magníficas herramientas que buscan una mejor equidad en la dinámica social y un mejor equilibrio entre el gran despegue económico y los valores humanos que han de nutrir una sociedad del siglo XXI. Todo esto, unido a una infraestructura que ofrece capacidad, alcance, multifuncionalidad, adaptabilidad y costes asequibles para ejercer el derecho a navegar por la red de redes.

Por eso es que China ha trabajado y trabaja por mantener la meta de un acceso a Internet de mejor calidad, mientras que –complementariamente- abarata las tarifas e incentiva a que cada vez sean más los que utilicen los servicios de “Internet+”, aupando una verdadera revolución social, que incluso llega a otros países y regiones a través de la iniciativa “la Franja y la Ruta”.

Llegado a este punto y dentro de la “nueva normalidad”, donde es de vital importancia acelerar el aumento de la oferta productiva hacia el exterior, una de las principales vías para la transformación de “Fabricado en China” a “Creado en China”, además de la iniciativa “la Franja y la Ruta”, es el plan de acción nacional "Internet +", que ofrece oportunidades de desarrollo y políticas favorables para la construcción de la “Marca China” desde múltiples empresas de internet.

En relación al mercado interno, gracias al amplio acceso a internet que hoy se disfruta en el gigante asiático, aquello que pudiera ser una aspiración futurista en muchos países de Iberoamérica - especialmente en países del Caribe- hoy en China es una realidad tangible: la libre competencia entre la grande, mediana y pequeña empresa en plataformas de comercio electrónico. Debido a su gran población y al crecimiento sostenido del ingreso medio, China es hoy el mercado de comercio electrónico más grande del mundo con ventas minoristas en línea que ascienden a 3,9 billones de renminbi. Un sencillo ejemplo ilustra la capacidad movilizadora que tienen en China las ventas en línea. El pasado 11 de noviembre, durante el Festival del Día del Soltero, el gigante chino del comercio electrónico Alibaba alcanzó 1.470 millones de dólares en ventas, en apenas 6 minutos y 58 segundos. Llegadas las 20:00 horas, Alibaba computaban 549 millones de pedidos. Otras plataformas en línea como JD.com, Gome y Suning.com también superaron sus anteriores marcas de venta durante el famoso “Doble 11”.

La III Conferencia Mundial de Internet también presenta las tecnologías de vanguardia y los logros del desarrollo de internet en China y en el mundo, a través de una gran exposición especial en la que participan alrededor de 300 empresas del sector.

En tecnología de punta, este año se ha verificado un incremento de la inversión de las empresas chinas de internet en proyectos de inteligencia artificial y realidad virtual vinculada al internet de las cosas. El más publicitado ha sido el proyecto de coche autoconducido de Baidu, que se espera que salga a la carretera durante la III Conferencia Mundial de Internet y que logre en los próximos

tres años tener lista su tecnología para iniciar la producción a pequeña escala, y en cinco años, comenzar la producción masiva. También Baidu ha creado un nuevo fondo para invertir en empresas emergentes de internet. El fondo dedicará 20.000 millones de yuanes (2,98 miles de millones de dólares).En su primera ronda de financiación entregará entre 50 y 100 millones de dólares a cada proyecto elegido.

Alibaba, la empresa china insignia del comercio electrónico, ofrecerá tecnología de realidad virtual para las compras en línea a través de su programa "Compro +". Con el nuevo canal de compras de realidad virtual "Compro +" el cliente maximizará sus cinco sentidos a la hora de elegir un producto real que es presentado de manera virtual.

Otro aspecto destacado del impulso a Internet es la estrategia de globalización que llevan adelante las compañías chinas de tecnología que siguen expandiéndose en ultramar, mediante alianzas y nuevas adquisiciones. Entre las últimas operaciones a mencionar se destaca la compra de Supercell, una prestigiosa firma finlandesa desarrolladora de exitosos juegos, por la que la empresa china Tencent pagó 10,2 miles de millones de dólares y la inversión de LeEco en Vizio Inc, un importante fabricante de TV de los Estados Unidos. También, recientemente la empresa de internet china Baofeng adquirió el 65 por ciento de MP & Silva Ltd, uno de los más grande distribuidores de programas deportivos del mundo.

Unido a la internacionalización de los servicios de Internet, el gobierno chino trabaja para garantizar la seguridad del ciberespacio.

El pasado 8 de noviembre, la máxima legislatura de China adoptó la Ley de Seguridad Cibernética para salvaguardar los derechos de los ciudadanos. Mediante esta ley, se adoptarán medidas para "monitorear, defender y manejar los riesgos y amenazas a la seguridad cibernética que se originen desde fuentes internas o externas”. También se inspeccionará y castigará las actividades criminales que se produzcan en el ciberespacio como estafas, robos de identidad o difusión de información falsa.

El país también está decidido a utilizar mejor el Internet buscando promover la toma de decisiones científicas, mejorar la gobernanza social y crear servicios públicos eficientes.

La nueva aplicación "Medical Brain" aspira a mejorar la eficiencia del sistema nacional de salud mediante una combinación de inteligencia artificial, consulta de grandes datos y manejo de superordenadores. Esta herramienta “creada en China” promete ser una apreciada contribución a la salud pública de la nación.

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