Recientemente, se desencadenó en Australia un gran debate sobre la influencia de China y el resurgimiento de la “Teoría de la amenaza china”, la cual ha provocado una reacción tan intensa y amplia como la de 1990 cuando las relaciones bilaterales estaban en su momento más álgido.

Características de la actual “Teoría de la amenaza china”

Para la opinión pública existen: Las “amenazas políticas”, que acusan al gobierno, empresas o particulares chinos de “sobornar” a políticos australianos para defender sus intereses; las “amenazas sociales”, apuntan a críticas por parte de la prensa y nacionales chinos en Australia, fieles solo al gobierno chino y las “amenazas económicas”, en la forma de inversiones chinas que ponen en riesgo la “seguridad nacional” australiana.

Las voces de condena de los principales medios de comunicación y de políticos conservadores siembran la idea de que todas las empresas y personas vinculadas con China son sospechosas de traición.

Los políticos australianos necesitan aclarar sus relaciones con China, los círculos de intelectuales, que se dedican a cultivar los lazos de amistad entre ambos países, deben demostrar su independencia y los chinos en Australia necesitan mostrar su fidelidad al país que los acoge.

En este momento sensible, el gobierno ha rechazado la inversión de la Red Nacional Eléctrica y de Infraestructuras Cheung Kong en Ausgrid aludiendo razones de seguridad nacional, pero anunció recientemente que dos empresas locales firmaron contratos de arrendamiento con la compañía eléctrica.

Las empresas chinas han intentado también en varias ocasiones invertir en el rancho de Kidman sin resultados positivos, y se especula que 4 firmas locales comparten la licitación con ofertas de consideración. Estos hechos confirmarían la sospecha de que el gobierno de Australia desea estar en línea con la opinión pública y distanciarse de China.

Tratar objetivamente las discrepancias entre China y Australia

Las opiniones sobre China están vinculadas estrechamente con el ambiente político de Australia. En plena desaceleración económica global y transformación de la estructura económica en Australia, reviven con fuerza sentimientos de antiglobalización, antimigración y una tendencia hacia el populismo y el nacionalismo.

Además de ser el principal socio comercial de Australia, China ha sido su mayor inversionista en los últimos años y sus nacionales conforman la principal minoría en el país oceánico. Es por eso que es el primero en sufrir los ataques del populismo y de otras fuerzas.

En las elecciones federales celebradas en julio, el populismo tomó fuerza de la mano del partido “Una Nación”, dejando en desventaja a la agrupación en el poder, la Coalición Liberal-Nacional, cuyo rol en las cámaras ha quedado obstaculizado.

Además, la presencia de Estados Unidos influye en las relaciones entre China y Australia. Mediante el impulso de la estrategia de “Reequilibro de Asia-Pacífico”, Estados Unidos depende más que nunca de Australia, quien permanece como su mejor aliado en la construcción de un eslabón más sólido para bloquear a China. Para Australia esto significa que su mayor socio comercial se convierte en el rival estratégico de su principal aliado.

Para evitar la vacilación de Australia, Washington hace todo lo posible para engatusar a su país amigo y aumentar la presión. Por ejemplo, Estados Unidos aumentó la presencia de infantes de la marina en Darwin para mejorar la sinergia de los ejércitos de ambos países en los asuntos regionales.

De acuerdo con un alto oficial de la armada estadounidense, Australia necesita elegir entre China y Estados Unidos y lo mejor es que se decante por este último. El embajador estadounidense en Australia interviene en los asuntos internos de Camberra y la instruye hacia el rechazo de lo que sería una “donación política” de China, a fin de poner freno a su influencia.

En esa línea, Estados Unidos hizo participar a Australia en una declaración conjunta sobre la disputa en el Mar Meridional de China compartiendo patrullas, subiéndola a su “carro de combate” y consolidando la imagen de que “el reto a la hegemonía regional de Estados Unidos es una amenaza para la estabilidad y paz regional”.

Desarrollo razonable de las relaciones chino-australianas

Sin embargo, las opiniones hacia China no van en un solo sentido, muchos australianos han tomado parte por la verdad, enfatizando de que frente al temor ciego se debe considerar el papel importante desempeñado por China en la recuperación económica de Australia. Sus recursos humanos y financieros, así como su mercado son clave para el éxito económico de Australia en el futuro y abogan por la organización de un debate responsable sobre las minorías, el poder emergente y la unión con su par chino para captar sugerencias sobre el desarrollo de las relaciones bilaterales.

La situación actual de los lazos entre ambos países es el resultado de la labor de varias generaciones. El espíritu pragmático y la sabiduría diplomática han hecho que alcancen su nivel actual, superando las diferencias de sistema político, etapa de desarrollo, sociedad y cultura.

Pese a que en los ámbitos regional e internacional se vive un cierto grado de complicación e inestabilidad, la complementariedad y las aspiraciones conjuntas de paz y desarrollo regional, así como la base de amistad entre China y Australia permanecen inalterables. Para impulsar las relaciones bilaterales hacia un nivel más alto, se requiere que Australia actualice su estrategia nacional y China relate mejor sus “cuentos chinos”.