Por LIZ VARGAS

 

Los nuevos tiempos exigen modelos más avanzados de control y desarrollo. La elaboración de las regulaciones sobre la vida política y la revisión de una reglamentación de supervisión dentro del Partido son asuntos esenciales de la VI sesión plenaria del XVIII Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) entre el 24 y el 27 de octubre en Beijing. Con más de 88 millones de miembros, el PCCh es la principal fuerza política de China.

Casi el 91 por ciento de las empresas públicas cuentan con organizaciones internas del partido, que supervisan el funcionamiento y participan en la toma de decisiones, señalan los datos oficiales.

La VI sesión plenaria del XVI Comité Central del Partido Comunista de China, celebrada en 2006, se pronunció a favor de la construcción del sistema de valores socialistas esenciales. Señaló que este sistema abarca cuatro aspectos básicos: el marxismo como pensamiento rector, el socialismo con peculiaridades chinas como ideal común, el espíritu nacional centrado en el patriotismo, el espíritu nacional centrado en el patriotismo y el de la época basado en la reforma y la innovación, y la concepción socialista del honor y el deshonor.

Tales normativas son un espejo en el que el Partido puede verse reflejado y una muestra de las bases conceptuales que sustentan la solidez del PCCh que posee casi cien años de historia. Todavía permanecen frescas en la memoria las palabras del presidente de China, Xi Jinping, también secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PPCh) y presidente de la Comisión Militar Central (CMC), con motivo del aniversario 95 de la fundación del PCCh, en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, capital de China, el 1 de julio de 2016: “Si nos desviáramos del marxismo o lo abandonáramos nuestro Partido perdería el rumbo porque el marxismo es la teoría fundamental que guía tanto al Partido como al país”.

En esa oportunidad reconoció que el objetivo general de la reforma es mejorar el sistema socialista y modernizar y mejorar la gobernanza. El objetivo central es la reforma del sistema económico, seguida de las reformas política, cultural, social, ambiental y de construcción del Partido.

Ingentes esfuerzos se realizan para organizar, controlar y mantener el crecimiento adecuado de una membresía tan grande. Crecer sin apartarse de los valores fundamentales establecidos en las bases es una tarea ardua que supone entrega total y respeto absoluto por los valores que el pueblo chino conoce. El PCCh ha sabido cumplir con las masas populares ampliamente. Su actual máximo líder reconoció en la conmemoración por el aniversario 95 de fundado los tres logros fundamentales: “El primero es que llevó al pueblo de China a la revolución, logró la independencia nacional y fundó la República Popular China, lo que puso fin a la situación semifeudal y semicolonial del país y consiguió la histórica transformación desde una autocracia feudal hasta una democracia popular”.

Es válido recordar que el XIII Plan Quinquenal (2016-2020) que se ha iniciado, establece la meta de convertir a China en una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos en 2020. Se trata del primer plan quinquenal de China después de que su desarrollo económico entró en la etapa de “nueva normalidad”. En la Conferencia Central de Desarrollo y Alivio de la Pobreza, el presidente Xi Jinping hizo un llamado al plenario para luchar contra la pobreza, y dio la orden de movilizarse para ganar esta lucha.

El segundo logro fundamental del partido es que completó la implantación de un sistema socialista tras la revolución, lo que sentó sólidas bases para que el país se encaminase hacia la prosperidad y el tercero es que llevó a cabo una "nueva gran revolución" de reformas y apertura, que trajo consigo un notable aumento en la fuerza económica y nacional del país.

Los miembros del Buró Político del Comité Central del PCCh analizaron el pasado 27 de septiembre en una reunión los informes sobre los borradores de dos documentos que el pleno discutirá. Las normas de la vida política dentro del Partido ante la nueva situación y la revisión de una normativa de supervisión interna del Partido, son asuntos medulares que se debatirán en tiempos en los que la madurez y la fidelidad al partido son esenciales. Tengamos en cuenta que China está en el centro de análisis de los medios de comunicación del mundo por su trascendente papel en la economía. Cada situación económica, política o social que corresponde al dragón asiático se convierte en titulares de las principales transnacionales de la información del mundo.

El texto dado a conocer por el Buró Político del Comité Central del PCCh destaca: "Para reforzar y estandarizar la vida política interna del Partido se deben seguir los Estatutos del Partido y cumplirse las líneas de masas políticas, ideológicas y organizativas del PCCh. Se deben hacer esfuerzos por mejorar la capacidad del Partido por purificar, mejorar y renovarse, resistir a la corrupción y los riesgos y evitar su degeneración.

El PCCh debe buscar mejorar sus formas de liderazgo y gobernanza, defender la autoridad del Comité Central del PCCh, garantizar la unidad del partido y mantener su naturaleza avanzada y su pureza. En el partido debe crearse un panorama político que integre la concentración y la democracia, la disciplina y la libertad, y la voluntad unificada con la actividad consciente individual".

Supervisar dentro de las propias finales del partido es una tarea primordial respetando los estatutos del mismo. “Mantener la unidad y solidaridad del Partido y por encima de todo resolver los problemas de debilitamiento del liderazgo del Partido, la negligencia en la construcción del Partido y en el cumplimiento de la disciplina. La supervisión debe garantizar que las organizaciones del Partido desempeñen sus funciones, que todos los miembros asuman papeles de vanguardia y ejemplares y que los funcionarios prominentes del Partido sean leales, limpios y capaces de asumir sus responsabilidades”, señala el documento dado a conocer por el Buró Político del Comité Central del PCCh.

China desea y debe mantener los valores esenciales de su partido que son los mismos que se le han inculcado al pueblo desde el 1 de octubre de 1949 cuando “La Nueva China” abrió sus ojos al mundo. El camino es largo y difícil, pero los grandes logros de los grandes hombres, exigen sacrificios a ese nivel.