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spanish.china.org.cn | 12. 10. 2016 | Editor: Lety Du [A A A]

V Conferencia Ministerial del Foro para la Cooperación Económica y Comercial China-Países Lusófonos: otro meritorio esfuerzo hacia una comunidad de destino compartido

Palabras clave: V Conferencia Ministerial del Foro para la Cooperación Económica y Comercial China-Países Lusófonos

Por Juan Carlos Moreira

 

Es una realidad irrefutable que China avanza con fuerza y determinación hacia el protagonismo internacional que una gran nación con su fuerza, sagacidad e impacto económico merece tener en el orbe. La reciente cumbre del G-20 celebrada en Hangzhou y los resultados de la iniciativa “la Franja y la Ruta” son pruebas fehacientes del determinante quehacer que el gigante asiático está logrando afianzar.

Como muchos expertos han señalado, el crecimiento de la economía china implica una cooperación mundial cada día más profunda. En la primera mitad de este año, el crecimiento económico de China llegó a un 6,7. El gasto del consumidor contribuyó a un 73,4% del PIB y el valor añadido de la industria terciaria ocupó un 54,1% del PIB. Todo esto, unido a una actualización industrial y un ajuste estructural realizado con diáfana rapidez, lo que evidencia que la economía china es flexible, potente y capaz de brindar aires renovadores a la estancada economía mundial.

En su labor de continuar abriendo nuevos horizontes y vigorizar la débil economía global, el primer ministro chino Li Keqiang, durante su intervención en la V Conferencia Ministerial del Foro para la Cooperación Económica y Comercial entre China y los Países Lusófonos que se celebra en Macao, manifestó que China está dispuesta a estrechar aún más los lazos económicos, comerciales y desarrollar una asociación estable y sana, a largo plazo, con la comunidad de países de habla portuguesa. Visto de una manera rutinaria, este decidido acercamiento podría parecer modesto si lo comparamos con el cercano y estratégico diálogo que China mantiene con América Latina. Sin embargo, China y los países de habla portuguesa suman el 17 por ciento de la economía mundial y el 22 por ciento de la población del planeta.

La importancia de la V Conferencia Ministerial del Foro para la Cooperación Económica y Comercial entre China y los Países Lusófonos no es fortuita. Las relaciones bilaterales entre China y los países lusófonos se encuentran en el mejor periodo de la historia. El año pasado cifraron 100.000 millones de dólares en comercio bilateral.

En este sentido, y para fortalecer aún más la cooperación, China ya anunció que, en los próximos tres años, ofrecerá ayuda y préstamos preferenciales por valor de 4.000 millones de yuanes (casi 600 millones de dólares) a países lusófonos en Asia y África. Además, se otorgarán al menos 2.000 millones de yuanes de ayuda para el desarrollo de la agricultura, facilitar el comercio y la inversión, prevenir y controlar la malaria y realizar investigaciones sobre medicina tradicional en Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique y Timor Oriental.

También con respecto a las infraestructuras y la capacidad productiva de estos países, ya se coordinan préstamos preferenciales para el desarrollo.

La relación ganar-ganar que propone China a la comunidad de países de habla portuguesa es una gran oportunidad que impactará favorablemente en un mejor nivel de vida de los pueblos de dichas naciones, en una certera inserción dentro de la brújula y derroteros de los desafíos centrales de la economía mundial y una amplificación de las voces de los países en desarrollo dentro del concierto de las naciones que diseñen e instrumenten políticas globales más justas y coherentes, acordes con los nuevos tiempos que vive el planeta.

Si analizamos los beneficios que han significado la implementación de la iniciativa “la Ruta y la Franja” para los países implicados, bien puede suponerse que una asociación estrátegica entre China y los países de habla portuguesa generará un dinamismo comercial, de intercambio científico y beneficios de innovación insoslayables.

Dentro de la diestra configuración que el megaproyecto requiere, la Región Administrativa Especial de Macao funcionará como la plataforma de servicio para la cooperación económica y comercial entre China y los países lusófonos, en consonancia con los planes de desarrollo nacional que el gigante asiático estableció en su XIII Plan Quinquenal.

El modelo de cooperación económica del siglo XXI que alienta China, incluyente y vigorizador, ha sido respaldado por los líderes de la comunidad de habla portuguesa.

El primer ministro portugués Antonio Costa, durante su encuentro con el presidente Xi en Beijing, enfatizó que Portugal desea promover la cooperación integral en áreas como la energía, finanzas, electricidad, infraestructura, agricultura, manufactura y turismo.

Por su parte, Baciro Dja , primer ministro de Guinea Bissau, ha expresado su optimismo sobre la cooperación con China y afirmó que su país está dispuesto a mejorar los intercambios de alto nivel y coordinarse con China en asuntos relacionados con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental y con la comunidad de países de habla portuguesa.

Dentro del proceso de reformas económicas que China lleva adelante y la internacionalización de las empresas locales, el recorte del exceso de capacidad industrial de la nación asiática y las oportunidades de capital de inversión destinado a proyectos en ultramar coincide con la necesidad de crecimiento industrial y ampliación de capacidades productivas a la que aspiran llegar los países lusófonos.

Asimismo, la seguridad cibernética, el Internet y las tecnologías de la información, que han sido claves para el desarrollo de China y que el país se esfuerza en seguir expandiendo para llegar a convertirse en una gran potencia del Internet, es otro atractivo aspecto.

En 2015, el valor total de la industria china de fabricación de tecnologías de información electrónica ascendió a 11,1 billones de yuanes (alrededor de 1,66 miles de millones de dólares). Además, China es el mercado de comercio electrónico más grande del mundo con ventas minoristas en línea que ascienden a 3,9 billones de yuanes.

El estrecho intercambio económico en este vital sector facilitará un mejor acceso a las tecnologías chinas de punta y potencializará una mayor presencia en el mercado chino y mundial de los artículos que se producen en estos países.

Con 38 años de reforma y apertura, China sostiene un nuevo derrotero histórico. Por una parte, profundiza su reforma nacional. Y por otra, genera nuevos motores -allende de los mares- para mantener equilibrada su nueva normalidad. Mientras más China se abre al mundo, bajo la premisa de un desarrollo innovador, coordinado, verde y de beneficio compartido, cada vez más los países en desarrollo confían en su paso firme y en los sustanciales dividendos de la asociación estrategia global que China promueve e implementa.

La V Conferencia Ministerial del Foro para la Cooperación Económica y Comercial entre China y los Países Lusófonos es una nueva prueba de ello.

 

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