A partir del primero de octubre, la moneda china RMB (renminbí) conformará el grupo de divisas de derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional FMI junto con el dólar estadounidense, el euro, el yen y la libra esterlina.

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, aplaudió la medida durante la recientemente concluida Cumbre del G20 y señaló que se trataba de un hito en el proceso de reforma del sistema monetario internacional.

La inclusión se dio en medio de constantes sacudidas en el mercado financiero internacional desde inicios del año. A medida que Estados Unidos, Europa y Japón adoptaban diferentes políticas monetarias, el capital extranjero fijó su atención en el dólar como divisa segura. Sin embargo, la opción aumentó la incertidumbre en el sector financiero.

Sergio Ermotti, director ejecutivo de UBS, elogió el liderazgo de China frente a las crisis de Asia y mundial. Agregó que el yuan o RMB, el cual es visto como una moneda sólida, contribuirá a la formación de un sistema monetario internacional más fuerte y estable tras formar parte de la canasta del Fondo.

Expertos indicaron que dado los esfuerzos de Beijing por internacionalizar su moneda en los últimos años, dicha incorporación es un gran logro.

China ha abogado por un mayor uso de los derechos especiales de giro. El calificarlos como una moneda de reporte o la emisión de dichos derechos en bonos han recibido la aceptación de los líderes reunidos en el G20 en el comunicado de Hangzhou.

China por su parte ha publicado un informe de su reserva extranjera utilizando los derechos especiales de giro como moneda de reporte, así también ha autorizado al Banco Mundial la venta de dichos derechos en denominación de bonos en su territorio. El programa tiene un valor de 2 mil millones y el yuan servirá como moneda de operación.