Hay personas que les gusta acumular y otras que se deshacen rápidamente de sus cosas; hay quienes son adictas al celular y hay otras que se olvidan de él. En las citas ocurre lo mismo: encuentras a un chino ameno pero no tan atractivo o guapo pero desagradable.

Según el video de ASAP Sciense, la aparente conexión entre ambos rasgos tiene que ver más con tu propia percepción sesgada de la realidad.

Para entenderlo asume que puedes dividir a tus parejas potenciales en cuatro grupos conforme a tus preferencias e impresiones subjetivas: las personas que son guapas y agradables, atractivas y con mala actitud, poco atractivas pero amenas y poco agraciadas y desagradables. Esta última categoría la eliminas al instante.

Ahora el 100% de la muestra que no son atractivos para ti son amables, es por eso que te llaman la atención. Si alguien es buena gente, es más probable que seas menos crítico respecto a su apariencia, lo que hace que también te impacte menos el aspecto de las personas más atractivas.

Del mismo modo, casi la mitad de la gente guapa es mala. Si alguien es realmente grosero, tendrán que tener una buena apariencia para que los tomes en cuenta, pero al mismo tiempo si son malos contigo a tus ojos serán menos atractivos.

Mientras tanto, las personas guapas y amables serán más escasas porque seguro su demanda es mayor. Esto aumenta las posibilidades que tu cita sea con el no tan guapo chico amable o el nefasto modelo. Todo se reduce a tu percepción. No es lo que hay si no la forma en que tú decides analizarlo.