Portada>Opinión
spanish.china.org.cn | 27. 08. 2016 | Editor: Claudia Leng [A A A]

El G20 y la oportunidad de asir un nuevo liderazgo

Palabras clave: El G20 y la oportunidad de asir un nuevo liderazgo


Por Jorge Fernández

El mundo necesita además de esquemas innovadores y promesas contra el proteccionismo, un líder que convoque, alinee, genere consensos y elimine ambigüedades.

A 8 años de haber estallado la crisis financiera internacional, hoy por hoy, la economía mundial no avanza por otro camino que no sea el de la incertidumbre. El proteccionismo continúa alarmantemente como una tendencia generalizada, a pesar de las incumplidas promesas de países desarrollados y en vías de desarrollo para emprender nuevas y mejores prácticas.

Regresar al camino de la estabilidad será una tarea titánica, no solo porque el proteccionismo no ha perdido ímpetu como paliativo equivocado para aminorar los efectos de la crisis, sino porque el mundo carece de un actor fuerte y consolidado, responsable y comprometido, que asuma un liderazgo con propuestas innovadoras orientadas no al beneficio individual sino al compartido.

Es curiosamente por las expectativas que el mundo en vías de desarrollo tiene hacia China, que la Cumbre del G20 de Hangzhou encierra una importancia estratégica, tanto para China que emprende hoy un proceso reformador, como para el mundo que demanda urgentemente nuevos y novedosos modelos de crecimiento. China tiene en sus manos la oportunidad de coordinar a una comunidad internacional que hasta ahora no ha podido salir del agobiante proceso de recuperación.

El mundo en vías de desarrollo espera que China asuma un papel más activo en la construcción de un sistema financiera internacional más democrático y justo para todos. El sistema financiero de Bretton Woods ha demostrado desde principios de este siglo ineptitud para prevenir el surgimiento de crisis, medidas ineficientes para enfrentarlas, y una terrible incapacidad para solucionarlas.

El G20 es el foro en el que de manera impostergable debe llegarse a un consenso para una reforma a los mecanismos de la gobernanza económica mundial. China ha logrado con la recién creada iniciativa de la Franja y la Ruta y con el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, lo que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial no han podido hacer desde 2008 o quizás desde mucho tiempo antes: inyectar vitalidad y confianza en las economías del mundo. Es así evidente que urge un cambio en la deficiente arquitectura financiera de Occidente, y hoy China vive un momento coyuntural para llegar a un consenso que impulse eficientes planes de acción.

África, Asia y América Latina carecen de un flujo constante de inversión extranjera directa que aliente el crecimiento y el desarrollo. Junto a la creciente tendencia proteccionista, la orientación del capital hacia países con altos ingresos está ampliando alarmantemente la brecha entre ricos y pobres en países en vías de desarrollo. Sin capital para la edificación de instituciones y construcción de infraestructuras, la recepción de inversión extranjera se complica exponencialmente. La Cumbre del G20 deberá coordinar discusiones para el establecimiento de acuerdos de inversión que estimulen un desarrollo sostenible tanto para países industrializados como para los que están en proceso de industrialización.

La Cumbre del G20 en Hangzhou debe ser un espacio que resalte la voz y la importancia de los países en vías de desarrollo en el proceso de recuperación de la economía mundial. La economía mundial no está constituida por países ricos, por el contrario, descansa sobre el desempeño de los países en desarrollo. Son la innovación y el crecimiento de estos países los que estimulan el desempeño de la economía global. Sin un marco multilateral de trabajo que redunde en beneficio de todos, el crecimiento de la economía mundial seguirá marchando por las turbulentas aguas de la incertidumbre.

Pero más allá de la urgencia de mejorar el marco de políticas para incentivar la inversión, de estimular un sistema comercial de beneficio compartido, de crear sistemas innovadores para el crecimiento, lo que el mundo necesita, especialmente el mundo en desarrollo, es un líder que asuma la tarea de convocar, alinear, alcanzar consensos y fijar planes de acción para superar la incertidumbre que agobia a la economía mundial. La Cumbre del G20 de Hangzhou ofrece a China la oportunidad de asir las riendas de ese necesitado liderazgo.

1   2   Siguiente  


   Google+

Comentarios (Total 0 comentarios)

Tu comentario
Nombre
Anónimo
Comentarios (0)

Más vistos