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spanish.china.org.cn | 04. 08. 2016 | Editor: Eva Yu [A A A]

El despliegue del sistema THAAD pone en peligro a la región Asia-Pacífico

Palabras clave: El despliegue del sistema THAAD pone en peligro a la región Asia-Pacífico

Foto de archivo

 

Por Wang Xiaohui

Hay un proverbio chino que dice “Xiang Zhuang ejecutó la danza de la espada como estrategia para encubrir su ataque contra la vida de Liu Bang”. La esencia de esta expresión es que las personas algunas veces hablan y actúan con motivos ocultos. La reciente decisión hecha por EE.UU y por la República de Corea de desplegar el sistema THAAD es un reflejo claro de este proverbio chino.

A nivel superficial, el despliegue significa la neutralización de una amenaza nuclear emprendida por la República Popular Democrática de Corea (RPDC). No obstante, con una capacidad de intervención a niveles superiores a la atmósfera de la tierra, el uso del sistema THADD como elemento disuasivo para los misiles de corto alcance de la RPDC es como “matar un mosquito con artillería pesada”. La intención oculta de EE.UU es observar y someter a países como China y Rusia.

Para los EE.UU, el despliegue del THAAD es una parte esencial para reequilibrar el entorno político en la región Asia-Pacífico, que funciona a la vez para consolidar su supremacía militar en la región, e incluso en el mundo entero. No obstante para la República de Corea, la iniciativa es un error craso y pondrá al país en una situación aún más peligrosa.

Desde que el presidente Xi Jinping y la presidente de la República de Corea, Park Geun-hye asumieron sus cargos, los intercambios chino-coreanos de alto nivel han sido más frecuentes, lo que ha conducido a una mejora en la relaciones económicas y comerciales.

En 2015, la República de Corea pasó a ser el segundo mayor socio comercial de China, superando a Japón y colocándose únicamente detrás de los EE.UU. Según un informe periodística emitido por la Televisión Central de China (CCTV), 6,11 millones de chinos viajaron a la República de Corea en 2015, lo que equivalió a un 40 por ciento del total de turistas que ingresaron al país, mientras que el promedio de gasto por persona fue de aproximadamente 2.111 dólares durante su estancia.

No obstante, el despliegue del sistema THAAD está destinado a influir en estos registros y a desequilibrar el futuro de la cooperación económica y comercial, incluido el turismo.

Será entendida también como una gran “provocación” hacia la RPDC y podría incluso hacer caer a la Península de Corea en una carrera armamentista.

Varias partes buscan la desnuclearización de la Península de Corea y tratan de buscar fórmulas de negociación, pese a las numerosas dificultades a las que se enfrentan. El despliegue del sistema THAAD, no obstante, neutralizará todos los esfuerzos anteriores y reducirá las posibilidades de solucionar el problema por medio de una solución pacífica.

En la víspera del anuncio del sistema THAAD en el mes de julio, la RPDC disparó múltiples misiles balísticos como señal de fuerza y advirtió de que respondería al nuevo sistema mediante un mecanismo “físico”.

El sistema THAAD no es otra cosa que un barril de pólvora en el patio trasero de la República de Corea. Si esta hipotética guerra tuviera lugar, la República de Corea estaría condenada a convertirse en el campo de batalla. Su propio pueblo sufriría en mayor medida, transformando su “nueva era de esperanza y felicidad” en una “era de miseria”.

Los EE.UU, por otro lado, tienen más opciones. Pueden involucrarse activamente en la guerra o sentarse a observar, y más probablemente, podrían alejarse de todo, tal y como ocurrió durante la Guerra de Vietnam, dejando muertos, heridos y escombros en la Península de Corea.

Algunas personas visionarias en la República de Corea han ya señalado los errores de este despliegue irracional. Sang-Man Lee, profesor del Instituto para los Estudios del Lejano Oriente de la Universidad de Kyungnam, indicó que el despliegue del sistema THAAD es una decisión no estratégica que sirve principalmente a los intereses de EE.UU, al tiempo que impide la unificación pacífica de la Península de Corea y pone a las personas en peligro.

El 21 de julio, más de 2.000 coreanos se congregaron en una plaza fuera de la estación ferroviaria de Seúl en una manifestación que protestaba contra el despliegue.

Hagamos votos por que la administración de la República de Corea piense dos o tres veces por el bienestar de la Península de Corea, de Asia, y sobre todo, de su propia gente.

 

 

Wang Xiaohui es editor en jefe del portal China.org.cn.

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