Por Liz Vargas, profesora de la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing

Veinticuatro años después de su fundación la Conferencia sobre Interacción y Medidas de Construcción de Confianza en Asia (CICA, siglas en inglés) mantiene sus proyecciones fundamentales: ser una importante plataforma para que los países asiáticos dialoguen, construyan la confianza entre ellos y promuevan la cooperación.

Beijing, la capital de China, fue la sede de la quinta Reunión Regular de ministros de Relaciones Exteriores de la CICA que en esta ocasión han intercambiado opiniones sobre la seguridad y el desarrollo en Asia, el combate contra el terrorismo, la implementación de medidas de construcción de la confianza y la promoción de la paz y el diálogo.

El discurso del presidente chino, Xi Jinping, durante el encuentro demuestra el papel unificador de China en la región y su adherencia total al camino de la paz y la integración. Su posición advierte la responsabilidad del mayor país de Asia con la estabilidad y la prosperidad. Asuntos esenciales como la situación en la Península coreana y el Mar Meridional de China fueron expuestos por el presidente quien insistió en tratarlos mediante negociaciones directas y pacíficas. Llamó a profundizar la cooperación política, militar, cultural y de protección al medio ambiente. “Los países deben colaborar para hacer frente a las nuevas amenazas y retos” sentenció Xi.

Asia sigue siendo el foco de tención mundial y como tal debe de manejar con inteligencia las diferencias regionales existentes y las que puedan surgir en un futuro. La intervención del máximo lider chino es parte de la historia de la región y asimila el apego al diálogo y la negociación de conformidad con el derecho internacional. “China apoyará firmemente la resolución de la ONU, y no permitirá disturbios o guerras” enfatizó Xi.

La reconstrucción de Afganistán y la crisis de Siria también formaron parte de la intervención del presidente de China.

Los cancilleres emitieron una declaración que representa el consenso sobre los acuerdos alcanzados y los asuntos analizados, lo que trazará el futuro desarrollo de la CICA. Los ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros y países observadores, así como representantes de organizaciones internacionales asisten a la reunión por invitación. Los representantes de otras organizaciones internacionales participan en calidad de invitados del país sede.

China es el mayor país de Asia y como tal mantiene una papel integrador, de no injerencia en los asuntos internos de otros países y de respeto mutuo, lo que ha demostrado todos estos años. Precisamente a principios de abril de 2016 el jefe de la Comisión de Asuntos Políticos y Jurídicos del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), Meng Jianzhu, durante la apertura del diálogo China-Sudeste asiático de servicios de seguridad y antiterrorismo, dijo que China está lista a trabajar con los países de Asia del sudeste para poner en acción la estrategia de seguridad común, integral, cooperativa y sostenible para Asia, que fue propuesta por el presidente de China, Xi Jinping, en la cuarta cumbre de la CICA en mayo de 2014.

Garantizar la seguridad comun, integral, cooperativa y sostenible fue el compromiso de los asistentes a la Conferencia durante la sesión de 2014 en la metrópoli china de Shanghai. La declaración final recoge que los países de la región comparten intereses y preocupaciones comunes sobre la seguridad y que ninguno es inmune ante problemas de este tipo. La cumbre de Shanghai reunió a dignatarios de 47 países y organizaciones internacionales.

China asumió la presidencia de la CICA en sustitución de Turquía durante el periodo 2014-2016. En dicha reunión el presidente Chino, Xi Jinping, exhortó a los países asiáticos a aprovechar las oportunidades, a consolidar y salvaguardar juntos el buen impulso del desarrollo asiático y a fomentar la unidad, la cooperación y el desarrollo de todo el continente. Sobre la decisión de asumir la presidencia rotatoria de la conferencia prometió realizar una cumbre exitosa con el fin de hacer aportaciones a una nueva Asia de paz, estabilidad y cooperación.

Esa nueva Asia mantiene viva sus tradiciones, su desarrollo y su proyección global con una visión integradora. La actual reunión valida la labor de China al frente de la conferenia durante los últimos dos años. Mantiene la intención de solucionar las disputas por medios pacíficos y renuncia a la aplicación de estándares dobles en asuntos internacionales.

Uno de los elementos esenciales de las relaciones entre naciones en el siglo XXI es lograr alcanzar la confianza mutua y mantener códigos de seguridad que garanticen la estabilidad económica, política y social. Es esencial para el desarrollo. Los pueblos y líderes de varios países asiáticos lo reconocen, por eso la CICA debe persistir en su labor. Cualquier injerencia externa en Asia puede limitar el progreso de la región y destruir los esfuerzos de millones de seres humanos que tratan de enfrentar los desafíos actuales. El terrorismo, la pobreza, las disputas territoriales y la proliferación nuclear son asuntos que competen a cada país y por extensión a sus vecinos. Fomentar la paz y la colaboración mutua es una meta común que los países miembros de la CICA deben alcanzar.