Por Shen Xiaoquan, investigador del Centro de Investigaciones de Problemas Mundiales de la Agencia Xinhua

En la madrugada del 22 de marzo se produjo una cadena de ataques terroristas en Bruselas, capital de Bélgica, con explosiones continuas en el aeropuerto internacional y tres estaciones de metro, lo que fue clasificado por la autoridad belga como una serie de atentados terroristas graves que ha causado muchos muertos y heridos. Actualmente, la cifra de muertos y heridos todavía está subiendo. Bruselas se encuentra en el centro de la región europea y es la sede de la UE, siendo el “corazón de Europa” en el término tanto geográfico como político. Entonces, ¿qué significan unos atentados terroristas de tal magnitud en el “corazón de Europa”?

Los atentados terroristas en Bruselas hacen recordar la masacre terrorista ocurrida en París, la capital francesa, el 13 de noviembre del año pasado, cuando 8 atacantes procedentes de dentro y fuera de Francia realizaron explosiones suicidas en el Estadio de Francia y tiroteos en el Teatro Bataclan y las calles de París, dejando más de 130 víctimas. Los medios describen los atentados en París como una “guerra de guerrilla en la ciudad”. En comparación con los atentados del 13 de noviembre, los en Bruselas tienen como característica notable que han retornado a las formas “tradicionales”, que son las explosiones, ya que se registraron casi al mismo tiempo explosiones en el aeropuerto internacional y las tres estaciones de metro, que son lugares de gran aglomeración. Por eso han dejado muchos muertos y heridos y un efecto llamativo del terrorismo. Obviamente, la autoría de los atentados terroristas ha logrado el objetivo deseado de provocar el pánico.

No sólo venganza, sino también amenaza

Merece la pena prestar atención a algo sucedido unos días antes de los atentados, el 18 de marzo: la policía belga acababa de capturar a un grupo de terroristas escondidos en el distrito Molenbeek de Bruselas. Entre ellos había un francés de origen marroquí llamado Salah Abdeslam, que fue acusado de ser el organizador de los atentados en París. En el Estadio de Francia, escenario del atentado de aquella noche, Salah Abdeslam planteó suicidarse en la explosión, pero retrocedió y se fugó de Francia con el encubrimiento de sus amigos y estuvo escondido en Bélgica más de cuatro meses. La detención de Salah Abdeslam eliminaba una amenaza terrorista, y parecía que las policías francesa y belga podían relajarse un poco. Sin embargo, unos días después, se produjeron unos atentados múltiples sin precedentes en Bruselas, lo que demuestra la existencia de la amenaza del terrorismo. Aunque todavía no hay pruebas de que los atentados en París y Bruselas fueran cometidos por la misma organización terrorista, las organizaciones terroristas internacionales planean y son capaces de llevar a cabo más atentados, lo que supone una información más inquietante que los mismos atentados.

A pesar de lo estremecedor de este atentado múltiple, no es muy sorprendente, ya que después de los atentados terroristas de París, el foco de investigación de la policía ya se había trasladado a Bélgica, especialmente al distrito Molenbeek de Bruselas, que es una región de concentración de inmigrantes y sus descendientes. De acuerdo con las investigaciones de la policía, el lugar donde se escondía el sospechoso Salah Abdeslam es exactamente el lugar desde el que se organizaron los atentados de París. Además, la policía reveló que la organización terrorista ocultaba muchas armas pesadas en Bélgica. Hace unos días, la policía realizó una redada en esta zona y capturó a Salah Abdeslam, pero otros dos sospechosos huyeron. Un funcionario de Interior de Bélgica alertó de que la amenaza terrorista había llegado su máximo nivel. Todas las señales muestran que los terroristas están dispuestos a tomar acciones. El 22 de marzo se produjeron los atentados terroristas en Bruselas.

¿Comienzo del infortunio de Europa?

Se ha realizado un análisis preliminar sobre las razones de los atentados en Bruselas, y una de las opiniones es que esta serie de atentados es una venganza directa como represalia de la red terrorista de Salah Abdeslam. Según los medios, los atentados en Bruselas y en París fueron organizados por la misma organización terrorista, o sea, el “Estado Islámico”. Si esta deducción es correcta, está claro el objetivo de los atentados en Francia y Bélgica del Estado Islámico: amenazar a toda la Europa, anunciar que el Estado Islámico es capaz de organizar atentados terroristas en cualquier ciudad o país europeos. Por eso los países europeos no solo sienten tristeza por Bélgica, sino que también están inquietos y asustados por su propia seguridad, comprendiendo que lo que ha pasado en Francia y Bélgica es el comienzo del infortunio de Europa.

Al producirse los atentados terroristas en Bruselas, el presidente francés Hollande presidió una reunión de defensa nacional en la presidencia, para evaluar la gravedad del incidente y discutir medidas. Después de la reunión, Hollande proclamó que “aunque los atentados han sido registrados en Bélgica, las organizaciones terroristas apuntan a toda la Europa”, “lo que enfrentamos es una amenaza para todo el mundo, debemos tomar acciones globales” y “desplegar la guerra contra el terrorismo en toda Europa”.

Los atentados en el “corazón de Europa” muestran que el continente occidental está encarando dos crisis graves sin precedentes: la crisis de refugiados y la de las amenazas terroristas. Estas dos crisis están estrechamente vinculadas y ambas están relacionadas con los conflictos y guerras de Oriente Medio. Según los datos publicados por la Oficina Europea de Policía el año pasado, más de 3.000 personas de Europa han viajado a Siria e Irak para participar en la “guerra santa”. Después de las prácticas en el campo de batalla, estas personas se preparan regresar a su país a “luchar”: algunas aceptan una “misión especial” que ejecutarán en su país, mientras que otras prefieren llevar a cabo acciones voluntarias bajo el espíritu de la “guerra santa”. Obviamente, los atentados terroristas en París y Bruselas están vinculados directamente con estos “luchadores de la guerra santa”. Europa es vecino de Oriente Medio, por lo que es el primer destino de los terroristas, lo que es una conclusión consecuente de los atentados terroristas en el “corazón de Europa”.