La policía francesa ha encontrado en Montrouge, al sur de París, un artefacto similar a un cinturón de explosivos en la basura. Ahora se le está realizando un análisis para comprobar si contiene peróxido de acetona, la sustancia que llevan los cinturones de explosivos de los terroristas suicidas.

El teléfono de Salah Abdeslam, el yihadista huido, había sido localizado cerca de Montrouge, en Chatillon, el pasado viernes, justo después de los ataques. Las autoridades creen que Abdeslam no quiso activar su cinturón de explosivos, a diferencia de los otros siete terroristas, por lo que podría estar perseguido también por el Estado Islámico.

Francia y Bélgica están colaborando para dar con más sospechosos de los atentados del pasado 13 de noviembre en París, en los que murieron 130 personas.