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spanish.china.org.cn | 28. 09. 2015 | Editor: Elena Yang | [A A A] |
En su primera visita de Estado a Estados Unidos del 22 al 25 de septiembre, el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, discutieron variados asuntos cruciales para el desarrollo de los lazos bilaterales y alcanzaron un amplio consenso para seguir construyendo un nuevo modelo de relaciones entre grandes potencias entre los dos países.
El gobierno chino y el propio Xi han sido explícitos acerca del propósito de la visita a EEUU, el cual fue promover la confianza mutua y la cooperación de beneficio recíproco entre los dos pesos pesados mundiales.
La creciente interdependencia entre los dos países y sus intereses interconectados hacen de la confrontación China-EEUU algo intolerable para ambas partes, con severas implicaciones para el resto del mundo, ya que ambos representan conjuntamente una tercera parte de la producción económica global, una cuarta parte de la población mundial y una quinta parte del comercio global.
NUEVO PARADIGMA DE RELACIONES ENTRE GRANDES POTENCIAS
Construir un nuevo modelo de relaciones entre grandes potencias con EEUU, caracterizado por el no conflicto, la no confrontación, el respeto mutuo y la cooperación de beneficio recíproco, es la prioridad de la política exterior de China, afirmó Xi durante un discurso en Seattle, primera escala de su histórica visita.
En varias ocasiones durante su visita, el presidente chino recalcó la vital importancia de evitar errores de cálculo estratégicos en las relaciones bilaterales y conducir los lazos hacia una cooperación más estrecha.
El líder chino rechazó la noción defendida por quienes creen en la "trampa de Tucídides" de que los dos países están destinados al enfrentamiento.
En ese sentido realizó una propuesta de cuatro puntos para que ambas partes eviten el antiguo patrón de colisión entre una potencia creciente y una establecida.
"Estas (propuestas) han sido muy meditadas. La primera, que aboga por apreciar de manera correcta las intenciones estratégicas de cada uno, es especialmente importante", opinó Robert Hormats, vicepresidente de Kissinger Associates y ex subsecretario de Estado norteamericano para el crecimiento económico, la energía y el medio ambiente.
Resulta crucial evitar los malentendidos y ayudar a garantizar un diálogo que sea más profundo que "solo una respuesta a los titulares y las suposiciones", agregó Hormats.
Con las decisiones correctas, el conflicto no es inevitable entre los dos principales actores mundiales, subrayó Joseph Nye, profesor de la Universidad de Harvard.
Tal y como han destacado muchos expertos y observadores, China y EEUU tienen muchos más intereses comunes que diferencias y la relación bilateral más importante del mundo va camino de la madurez.
El hecho de que ambas partes hayan dado pasos concretos para buscar solucionar algunos de los temas más sensibles en las relaciones bilaterales demuestra que los dos países no desean permitir que problemas específicos contaminen la atmósfera integral de los vínculos China-EEUU.
PRODUCTIVA Y FRUCTIFERA
La cumbre de Xi y Obama ha sido juzgada como "muy productiva y fructífera", dado que ha producido una serie de acuerdos y consensos amplios en impulsar la cooperación en una extensa gama de temas bilaterales, regionales y globales.
Ambas partes consiguieron una larga lista de 49 resultados tangibles, con nuevos e importantes avances en áreas como la inversión, los intercambios entre pueblos, el cambio climático y la coordinación y cooperación en asuntos multilaterales.
Los dos jefes de Estado emitieron una declaración presidencial conjunta China-EE.UU. sobre el cambio climático, en la que reiteraron su determinación de trabajar juntos para obtener un resultado ambicioso y exitoso en la próxima conferencia sobre el clima en París.
La declaración, uno de los momentos destacados en la visita de Xi a Washington, especifica los nuevos pasos que ambas partes darán para cumplir las promesas hechas el año pasado para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Entres estas medidas se incluye la decisión de China de poner en marcha un sistema nacional de límites y comercio de derechos de emisión de CO2 en 2017 para ayudar a contener las emisiones del país, y establecer un fondo de 20.000 millones de yuanes (3.100 millones de dólares estadounidenses) para ayudar a otros países en desarrollo a combatir y adaptarse al cambio climático.
La ONG para el desarrollo Oxfam describió el significativo compromiso financiero de China como un "cambio de las reglas del juego", y el grupo ecologista Instituto de Recursos Mundiales comentó que se trata de un "punto de inflexión" en décadas de negociaciones del acuerdo climático.
No huyendo de cuestiones candentes, las dos partes también alcanzaron consenso importante en su lucha conjunta contra los delitos cibernéticos, y acordaron intensificar la asistencia de investigación y el intercambio de información sobre este tipo de crímenes, así como crear un mecanismo de diálogo de alto nivel para abordar el tema.
El acuerdo sobre seguridad cibernética ha sido aplaudido por los expertos como un "acontecimiento significativo y bienvenido".
"Este es un acuerdo muy importante", comentó James Lewis, director y miembro destacado del Programa Estratégico de Tecnologías en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de EEUU. "Tiene el potencial para poner fin a una grave fuente de fricción entre Estados Unidos y China. Ambos lados fueron flexibles y francos", aseveró Lewis.
Los dos países también acordaron impulsar vigorosamente las negociaciones y acelerar el trabajo para lograr un Tratado de Inversión Bilateral (TIB) de alto nivel, mutuamente beneficioso y ventajoso.
En cuanto al desarrollo de las relaciones bilaterales entre ejércitos, las dos partes completaron nuevos anexos sobre la seguridad del encuentro aéreo y las comunicaciones de crisis. Por invitación del Comando del Pacífico de Estados Unidos, la Armada china participará en los ejercicios navales conjuntos RIMPAC-2016.
Los dos países también han decidido designar 2016 como el Año del Turismo de China y Estados Unidos. China se comprometió a apoyar a un total de 50.000 estudiantes chinos y estadounidenses para estudiar en el otro país, y dio la bienvenida la medida tomada por Estados Unidos para ofrecer oportunidades a más de un millón de estudiantes norteamericanos de aprender el idioma chino para 2020. (Contin