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spanish.china.org.cn | 26. 09. 2015 | Editor: Lety Du | [A A A] |
Entre anuncios, acuerdos, reuniones con empresarios, encuentros de alto nivel y conferencias de prensa donde ha fijado su posición sobre temas cruciales de la agenda internacional, ha transcurrido la actual visita de Estado del presidente chino, Xi Jinping, a Estados Unidos.
La visita ha vivido jornadas intensas, encargadas de abrir el diapasón y trazar el rumbo para la construcción del nuevo tipo de relaciones bilaterales que clama el mundo, basadas fundamentalmente en el respeto mutuo y el reconocimiento a la autodeterminación de las naciones.
Esos principios quedaron expresamente planteados este viernes por Xi al término del encuentro privado que sostuvo con su homólogo estadounidense, Barack Obama, en la Casa Blanca.
En rueda de prensa ofrecida a medios de prensa internacionales, el jefe de Estado asiático insistió en la necesidad de "reconocer que los países tienen diferentes procesos y realidades históricas (...) debe respetarse a los pueblos de todos los países en su derecho a elegir su propio desarrollo independiente".
Estas frases resumen la política exterior de Beijing y sus pretensiones futuras en la indispensable relación con Washington, aseguró a Xinhua la analista internacional estadounidense-venezolana, Eva Golinger.
"China ha propuesto una relación bilateral de cooperación con Estados Unidos donde se reconoce a cada país no sólo por la potencia que es, sino por la posibilidad de generar vínculos de ganar-ganar para ambas partes en un mundo sin hegemonías ni imposiciones", destacó la también periodista.
Esta es la misma postura que ha defendido la nación asiática en sus vínculos con otros estados, como con América Latina, aseguró Golinger.
En este sentido la especialista recordó que actualmente se viven cambios importantes en la reestructuración de los ejes hegemónicos a nivel mundial y China juega un papel preponderante.
De ahí que el presidente Obama reconozca a la nación asiática "como un poder global y subraye la necesidad de mantener una relación estratégica respetuosa (...) Ha llegado la hora, sin dudas, donde Estados Unidos tiene que mantener con China una relación de respeto mutuo y cooperación", enfatizó Golinger.
Al respecto la analista internacional destacó los acuerdos anunciados por ambos jefes de Estado en materia de cambio climático y ciberseguridad.
Con relación a este último punto, Golinger recapituló las tensiones suscitadas el pasado año entre ambos países, cuando Estados Unidos acusó a China de realizar supuestas actividades de ciberespionaje a compañías estadounidenses,
Este hecho provocó una firme protesta de Beijing al exigir una "rectificación inmediata" al Gobierno estadounidense por estas imputaciones sin fundamento.
"Los presidentes se han puesto de acuerdo en este tema y se han comprometido a no realizar ciberespionaje en el espacio de cada país y es un paso trascendental en esta materia porque esto es un tema que atañe a la soberanía y la seguridad de cada nación, sobre todo si tomamos en cuenta que Estados Unidos es el mayor violador del ciberespacio a nivel mundial", subrayó la experta.
Más allá de las diferencias ideológicas existentes entre los dos países, los intereses económicos comunes y la cooperación bilateral son hoy la prioridad, tanto para Xi como para Obama.
Así lo considera el politólogo venezolano Nicmer Evans, quien en entrevista concedida hoy a Xinhua, indicó que la política exterior de China responde de manera estratégica a una realidad global, la cual está determinada fundamentalmente por las estructuras económicas globales.
"Estamos viendo una nueva estrategia diplomática por parte del presidente Xi al priorizar el aspecto económico, sin dejar de tener como precedente todo lo que ha implicado el relacionamiento histórico desde el punto de vista ideológico de China y los Estados Unidos", apuntó.
El analista suramericano también destacó la importancia que brinda la nación asiática a la búsqueda de un equilibrio económico mundial, el cual debe ser conservado en los mejores términos por los países desarrollados y las potencias emergentes que vienen surgiendo.
"Las reuniones de Xi no sólo con el presidente Barack Obama sino con empresarios estadounidenses enviándoles mensajes claros en relación a la estabilidad de la economía china y de ese interés de expansión y crecimiento habla de la prioridad de una agenda diplomática que coloca la armonía económica del mundo sobre las diferencias que pueden existir desde el punto de vista político", señaló Evans.
Asimismo expresó que por parte de Estados Unidos se evidencia también un interés geoestratégico de mantener relaciones armónicas y accesibles con un igual.
"Creo que China también ha interpretado muy bien esta forma de diálogo entre iguales y esto permite de alguna manera que las reservas históricas sean al final elementos que en vez de complicar las relaciones más bien las facilitan", concluyó Evans.
Esta opinión coincide con recientes declaraciones del presidente Xi, quien aseveró que "en términos generales, China y Estados Unidos tienen muchos más intereses en común que diferencias y la cooperación siempre ha sido la tendencia".