El presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, intercambiaron puntos de vista sobre gobernanza, lazos bilaterales y otros temas de interés común durante una conversación de tres horas mantenida este jueves por la noche en la Casa Blair, la residencia oficial para invitados del presidente norteamericano.

Tras recordar sus encuentros anteriores en California y en Beijing, Xi dijo que las comunicaciones en profundidad de este tipo ayudan a trazar el rumbo e inyectar vigor en el desarrollo de las relaciones sino-estadounidenses.

Además, Xi afirmó que la reforma y la apertura son las políticas estatales básicas de China y las fuerzas impulsoras fundamentales para el futuro desarrollo del país.

"China nunca cerrará su puerta al mundo exterior", aseveró, y prometió un ambiente más abierto, relajado y transparente para las empresas extranjeras que invierten y operan en China.

Adherirse al camino del desarrollo pacífico es una elección estratégica que China ha tomado basándose en unos juicios objetivos del pasado, el presente y el futuro, reflexionó Xi, y añadió que su país salvaguardará inquebrantablemente sus intereses en materia de soberanía, seguridad y desarrollo.

El presidente chino llegó a Washington a primeras horas del jueves después de una estancia de dos días en Seattle, en la Costa Oeste, para continuar su primera visita de Estado a Estados Unidos.