Como importante fuerza impulsora del crecimiento de la economía global, la adhesión de China a su política de la reforma y apertura inyecta dinamismo e incrementa la confianza hacia la recuperación económica mundial.

"China se abrirá más al mundo exterior", afirmó el miércoles el presidente chino, Xi Jinping, ante un grupo de líderes empresariales en la ciudad estadounidense de Seattle. "Sin la reforma no habrá fuerza impulsora; sin la apertura, no habrá avance", puntualizó.

De seguro que, gracias a la política de la reforma y apertura en las últimas décadas, China ha logrado éxitos impresionantes con una creciente influencia en la escena global. Ahora, el país se ha convertido en la segunda mayor economía del mundo y logrado sacar de la pobreza a millones de personas.

Sin embargo, China sigue siendo el mayor país en vías de desarrollo del mundo, cuyo Producto Interno Bruto (PIB) per cápita promedio es dos terceras partes de la media global y una séptima parte del de Estados Unidos, ocupando la posición 80 en el planeta.

Por eso, pese al progreso sustancial registrado en las últimas décadas, la máxima prioridad de China sigue siendo el desarrollo, con su senda fundamental consistente en la reforma y apertura.

"Nuestra reforma tiene como propósito modernizar el sistema y la capacidad de gobernación, de manera que el mercado pueda tener un papel decisivo en la distribución de los recursos, el gobierno pueda desempeñar un mejor papel y haya un progreso más rápido en la construcción de una economía de mercado socialista, una democracia, una cultura avanzada, una sociedad armoniosa y un entorno saludable", enfatizó el presidente chino.

La reforma de China puede contribuir a la creación de mecanismos destinados a promover el desarrollo, en tanto que las inversiones foráneas, las tecnologías y los talentos atraídos por la apertura en China pueden revitalizar el mercado nacional, potenciando mucho más los mecanismos para la reforma.

En respuesta a las dudas existentes acerca de si China sería capaz de proporcionar condiciones favorables para las empresas extranjeras como lo hizo en el pasado, Xi aseguró que su país jamás cerrará sus puertas al mundo exterior y que el gobierno seguirá protegiendo los derechos e intereses legítimos de los inversores foráneos en China y mejorando los servicios relacionados con la operación de empresas extranjeras en el país.

"Respetamos las normas y las prácticas comerciales internacionales de no discriminación, observamos el principio de trato nacional de la OMC (Organización Mundial del Comercio), tratamos a todos los agentes del mercado, incluidas las compañías con inversión extranjera, en pie de igualdad, y alentamos a las corporaciones transnacionales a participar en todas las formas de cooperación con sus similares chinas", declaró.

"Atenderemos de manera oportuna las preocupaciones legítimas de los inversores extranjeros, protegeremos sus derechos e intereses legales, trabajaremos arduamente para ofrecer un ambiente jurídico y político abierto y transparente, un ambiente de administración efectivo y un entorno uniforme en el mercado, con una protección efectiva de los derechos de propiedad intelectual en particular, para así ampliar el espacio de cooperación de China con EEUU y otros países", añadió Xi.

En realidad, las cifras demuestran la confianza de los inversores extranjeros en el desarrollo de China.

En los primeros ocho meses de 2015, la inversión extranjera directa creció un 9 por ciento, en comparación con igual periodo del año anterior, para llegar a los 85.300 millones de dólares estadounidenses.

En el próximo lustro, China busca importar productos por valor de 10 billones de dólares, al tiempo que las inversiones en el extranjero superarán los 500.000 millones de dólares. Además, el número de ciudadanos chinos que viajan al extranjero superará los 500 millones de personas.

China debe su desarrollo a la comunidad internacional y en respuesta ha realizado contribuciones al desarrollo global. Al adherirse a la reforma y apertura, China y el resto del mundo podrán continuar con esta situación de beneficio recíproco.