Hungría envió a cientos de soldados y oficiales de policía a su frontera con Croacia y esta noche empezó la construcción de una valla en el área, informó hoy el primer ministro húngaro, Viktor Orban.

Como los traficantes de humano no ha cedido y el flujo de migrantes no disminuye, Hungría necesita prepararse para la llegada de una gran cantidad de personas en sus fronteras del sur, anunció Orban en la Radio Kossuth.

Hungría, dijo, no puede obtener ninguna ayuda de sus vecinos ni de países occidentales, los cuales continúan criticando a Hungría por lo que él llamo un "liberalismo suicida".

Además, el primer ministro describió a la reyerta ocurrida a principios de esta semana en su frontera entre la policía húngara y refugiados como un acto de terrorismo.

Miles de personas de Medio Oriente y de África se han reunido en campamentos frente a los dos cruces fronterizos, cerrados desde el lunes a medianoche, entre Hungría y Serbia.

El miércoles, la policía antimotines húngara lanzó gas lacrimógeno y utilizó cañones de agua para dispersar una protesta de refugiados que trataban de entrar al país a través de la frontera con Serbia. F