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spanish.china.org.cn | 05. 09. 2015 | Editor: Elena Yang | [A A A] |
Riñas entre refugiados y aficionados al fútbol se desataron hoy por la noche cerca de la estación de trenes Keleti en Budapest, mientras muchos migrantes frustrados empiezan a caminar hacia Viena.
La policía ha mantenido separados a los dos grupos, pero algunas otras riñas reflejan ánimos caldeados en el cruce fronterizo de Roszke, en la frontera húngaro-serbia, donde los migrantes empezaron a arrojar piedras a la policía, la cual respondió con gas lacrimógeno, informó el servicio local de noticias MTI.
Con anterioridad, alrededor de 300 personas forzaron su salida de la instalación de recepción de Roszke impacientes por el lento ritmo del papeleo, pero al final aceptaron abordar autobuses, se indicó en la página de Internet del departamento de policía.
Por otra parte, al parecer, cerca de 800 refugiados se mostraron hartos de vivir a la sombra de la estación de Keleti después de que todos los trenes internacionales fueron cancelados y anunciaron que caminarían hasta Viena en su intento por llegar a Alemania.
Autos de policía escoltaron a los caminantes a su paso por Budapest y por la autopista que conecta a las dos ciudades. Los migrantes continuaron su caminata en el acotamiento de la autopista mientras caía la noche, con la policía a su lado, dijo Gabor Liptak, importante miembro del servicio de información carretera Utinform.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Hungría pidió a las autoridades austriacas declarar su propuesta para los caminantes.
Un enfrentamiento en Bicske, a cerca de 40 kilómetros de Budapest, donde un tren lleno de refugiados que buscaba llegar a la frontera austriaca fue detenido el jueves, parece estar llegando a una solución luego de que 51 de las cerca de 500 personas que se negaron a desalojar el tren finalmente aceptaron ser transportados a un centro de recepción en autobús. Otro grupo de 30 personas salió del tren y se dirigió al campamento cerca de media hora después.
Por otra parte, un hombre que participaba en la disputa de Biscke murió después de desplomarse en la estación de trenes. El jefe de comunicaciones del Servicio Nacional de Ambulancias y Emergencias, Pal Gyorfy, dijo que fueron llamados para atender al hombre al que no pudieron resucitar.
La policía identificó a la víctima como un nacional pakistaní de 51 años y un equipo médico está investigando la causa de muerte.
Por otra parte, los jefes de gobierno de los países del Grupo Visegrad, Eslovaquia, República Checa, Polonia y Hungría, expresaron durante una reunión especial en Praga su pleno apoyo a Hungría en sus esfuerzos para abordar la crisis de refugiados. Fin