El vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, y la canciller de este país, Delcy Rodríguez, exigieron hoy al gobierno de Colombia asumir su responsabilidad y presentar soluciones concretas para frenar el avance del paramilitarismo en la frontera común.

En comparecencia con medios nacionales e internacionales de comunicación desde la sede del ministerio de Relaciones Exteriores de Caracas, Arreaza y Rodríguez coincidieron en afirmar que resulta imperativo la toma de acciones por parte del estado colombiano para "corregir" sus propias problemáticas.

El vicepresidente de Venezuela sostuvo que los venezolanos son víctimas de los asuntos internos de Colombia (narcotráfico, paramilitarismo, contrabando de extracción, conflicto armado, conspiración permanente de sectores de la derecha contra la Revolución Bolivariana) y no nos corresponde seguir asumiendo las consecuencias de todo esto que es ajeno a nuestra realidad aunque lo hemos sufrido".

De ahí el llamado a las autoridades del vecino país para que tomen las decisiones pertinentes encaminadas a brindar a sus ciudadanos mayor acceso a la alimentación, energía, educación, salud, así como promover un intercambio "sano y productivo" entre los habitantes de la frontera.

En este sentido, Arreaza recordó que más de cinco millones 600.000 colombianos residen legalmente en Venezuela y disfrutan de los derechos y privilegios que brinda la Revolución Bolivariana.

Las acciones emprendidas por el Ejecutivo venezolano (como el cierre temporal de pasos fronterizos) no son parte de una política xenófoba contra el pueblo de Colombia, "sólo pretendemos restituir la normalidad y el derecho de nuestros habitantes de vivir y disfrutar plenamente lo que otorga nuestra Constitución", explicó el vicepresidente.

Del mismo modo Arreaza anunció que esta semana se realizará un censo integral demográfico, productivo y comercial, en los seis municipios en estado de excepción y otros que se determinen para regularizar toda la zona fronteriza.

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